Yolo Akili explora cómo el sexismo de los hombres gays y los privilegio masculinos se manifiestan en relación con las mujeres .
Traducción/edición del Artículo Gay Men’s Sexism and Women’s Bodies, por Jorge Alberto Chávez Reyes
Gay Men’s Sexism and Women’s Bodies
Gay Men’s Sexism and Women’s Bodies
Gay Men’s Sexism and Women’s Bodies
Gay Men’s Sexism and Women’s Bodies
Gay Men’s Sexism and Women’s Bodies
En una reciente presentación , le pedí a todos los estudiantes varones homosexuales en la habitación que levanten la mano si en la última semana tocaron el cuerpo de una mujer sin su consentimiento. Tras un momento de vacilación, todos los hombres gay en la habitación levantaron la mano. Luego, pedí a los mismos hombres homosexuales que levanten la mano si en la última semana ellos habían ofrecido auna mujer consejos no solicitados sobre cómo "mejorar" su cuerpo o estar a la moda . Una vez más, tras un momento de vacilación, todas las manos en la sala se levantaron.
Estas preguntas las hice tras una breve exploración de la relación de los hombres gays con la moda estadounidense y los cuerpos de las mujeres. Aquel diálogo incluyó reconocer que los hombres homosexuales en los Estados Unidos a menudo son aclamados como expertos en la moda para mujeres y , por cercanía, en (como deben lucir) los cuerpos de las mujeres. Además de esto hay una lógica dominante que sugiere que ya que los hombres gay no tienen un deseo consciente de intimidad sexual con las mujeres, cualquier clase de tocamiento ( "manoseo") es benigno.
Estas actitudes han llevado a que muchos hombres homosexuales se sientan cómodos criticando y, curiosamente, tocando el cuerpo de las mujeres a su antojo. Lo que es único en esta situación no se refiere al sentido masculino de propiedad sobre los cuerpos de las mujeres (eso es algo común ) ; lo que es curioso es la minimización de estos actos por parte de muchos hombres gay y de muchas mujeres que no le dan importancia a los tocamientos si el varón que los hace es o se percibe como gay.
Un ejemplo : Yo estaba en un club gay en Atlanta con una buena amiga mía, que es una mujer negra heterosexual. Mientras bailabamos en el club, un hombre gay blanco extendió la mano y le agarró los pechos un tanto agresivamente. Sorprendida, ella lo apartó INMEDIATAMENTE. Cuando ambos nos enfrentarmos a él, nos dijo: "No es gran cosa, yo soy gay, yo no quiero nada con ella, sólo me estaba divirtiendo" Expresamos nuestras frustraciones con él y le exigimos disculpas, pero el simplemente se negó. Es evidente que se sentía con derecho a tocar su cuerpo y ni siquiera podía reconocer el hecho de que su acción calificaba como una forma de asalto físico.
Experiencias similares son muy comunes entre los hombres gays. Se debe además tener en cuenta que, en este caso, ella era una mujer negra y él un hombre gay blanco, todo lo cual hace de esta una dinámica sospechoza, ya que invoca la historia psicológica de los derechos de los hombres blancos sobre los cuerpos de las mujeres negras. Sin embargo, ha - sido mi experiencia que esta dinámica de tocamientos de hombres gay a mujeres homosexuales se da también al interior de los grupos raciales.
En otra presentación, conté la historia anterior a la audiencia. Casi al instante , varias mujeres jóvenes levantaron la mano para hablar. Cada uno de ellas contó una historia diferente con un tema similar. Una joven contó esta historia se me quedó grabada :
"Me sentía muy linda con la ropa que me habia puesto. Entonces veo a este chico gay que conocía de la clase, pero no muy bien. Yo apenas había dicho hola antes de queel comenzara a decirme lo que estaba mal con mi aspecto, lo que tenía que bajar de peso, y las cosas que tenía que hacer si quería conseguir un hombre. En medio de todo esto, me agarró la pechos y los prsionó para decirme como es que mis senos se deberían ver. Realmente me sentí muy mal. No sabía cómo responderle ... Yo estaba muy sorprendida" .
Su historia produjo una reacción de rabia entre muchas otras mujeres en la audiencia, y un silencio evidente entre los hombres homosexuales presentes. Su silencio lo decía todo. Lo que también parecía decir mucho, aunque no siempre estubiera verbalizado, fue que muchas de las mujeres heterosexuales no habían respondido ( agresivamente o no) por temor a ser percibidas como homofóbicas. ( ya que su propia homofobia se revelaría en una respuesta agresiva) Curiosamente, este no parecía ser un problema para las mujeres lesbianas y queer presentes en la habitación.
Hechos como estos son parte de la guerra psicológica cotidiana en la que las mujeres y las niñas se enfrentan contra los estándares de belleza poco realistas e ideales. Son también parte de los mensaje constante que reciben desde el entorno cultural las mujeres que sus cuerpos no son suyos.
Es muy preocupante, pero en una Cultura que no ve a los hombres homosexuales o percibidos como " queer" como "hombres" y que asume que, por lo tanto no gozan de los privilegios masculinos, su misoginia y actos sexistas se leen como "culto a la diva" o "celebración de la mujer", incluso cuando son objetivamente actos de asalto y deshumanización.
Esta forma en la que los gays creen tener derecho sobre los cuerpos de las mujeres es sólo la punta del iceberg cuando se trata del sexismo y de los privilegios que por cuestiones de genero tienen los hombres gay cisgénero. Gozar de estos provilegios de género no hace que los gays sena malas personas por si, como tampoco hacen que los hombres heterosexuales (que gozan de los mismos y mayores privilegios) sean malos por definición, pero si demuestra que los hombres gay a veces pueden herir sin pensarlo y ser parte ( ¿inconciente?) de un sistema que oprime a los demás. La exploración de estas dinámicas puede llevarnos a cuestionar los sistemas y las políticas institucionales que reflejan que estos privilegios de género que se entrecruzan con las identidades y las clases sociales.
Al final de mi último taller sobre el sexismo de los hombres gay , hiceuna serie de preguntas a los hombres gay en la audiencia. Creo que es importante hacernos las mismas preguntas ahora:
¿Cómo es que el sexismo y la misoginia se manifiestan en tu vida, y en tus relaciones con tus amigas trans, lesbianas o heterosexuales? ¿Cómo este seximo se manifiesta en relación con tu madres, tías y hermanas? ¿Se manifiesta en tus expectativas de cómo deberían ellas tratarte? ¿Cómo hablas con ellas? ¿Qué medidas puedes tomar para hacer frente a la representación inequitativa de los hombres cisgénero gays como líderes en su comunidad? ¿Cómo es que el sexismo y los privilegios masculinos de género se manifiestan en las organizaciones y en la política, y qué se puede hacer para evitarlo ? ¿Cómo vas a hablar con otros hombres gays en tu comunidad acerca de la forma en que interactúan con las mujeres , y cómo vas a trabajar que asuman su responsabilidad ?
Estas son sólo algunas de las cuestiones que tenemos que hacernos a nosotros mismos para ayudar a crear comunidades dónde el asalto sexual o físico , no importa quien sea el que lo perpetra, sea considerado inaceptable. Estas son las cuestiones que los hombres gay debemos enfrentar para poder continuar (o para algunos empezar) a trabajar contra la inequidad de género / sexo en nuestras propias comunidades, así como en nuestros propios corazones y mentes. Esto es parte de nuestro trabajo de sanación. Esto es parte de nuestra transformación. Esto es parte de nuestra responsabilidad.
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