lunes, 21 de septiembre de 2009

Gabriela era lesbiana: ¿qué hacemos?


por BENJAMÍN PRADO para ELPAIS.COM

La correspondencia de la Nobel chilena con Doris Dana, reunida en Niña errante, se lee como si fuera una novela que cuenta la hermosa historia de amor de estas dos mujeres, que compartieron parte de sus vidas en equilibrio entre el amor, el deseo, los celos y la distancia.

En su país, Gabriela Mistral está por todas partes, tal vez porque así se puede esconder a Neruda detrás de ella: a la hora de elegir escritor nacional entre los dos premios Nobel de Literatura, la autora de Tala o Lagar, que lo ganó en 1945, es menos comprometedora que el de Residencia en la tierra, que lo obtuvo en 1971 y que sigue siendo un personaje controvertido a causa de su militancia comunista. Así que mientras él parece algo recluido en sus casas-museo de Isla Negra, de Valparaíso y de la capital, su colega y amiga mantiene una presencia pública extraordinaria. Como ejemplo, podemos decir que su cara protagoniza los billetes de 5.000 pesos y que el Centro Cultural que se acaba estos días en Santiago de Chile, construido para celebrar el
bicentenario del país en el año 2010 y que presume de ir a ser el más grande de América, también lleva su nombre. Que, por cierto, era tan falso como el del propio Pablo Neruda: en realidad, uno se llamaba Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto y la otra Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga. Si pronuncias seguidos esos once nombres y apellidos, te sale un equipo de fútbol entero.

Ahora, la parte más reaccionaria de la sociedad chilena, la que aún pasea con orgullo por la céntrica avenida 11 de Septiembre, en Santiago, bautizada de ese modo para conmemorar la fecha en que los militares golpistas derrocaron a Salvador Allende, se hace cruces ante la polémica que ha propiciado la aparición del libro Niña errante. Cartas a Doris Dana, en las que quedan claras las preferencias sexuales de la autora de Desolación. Hace poco, el semanario The
Clinic incluyó en su portada una foto a toda plana de Gabriela Mistral y este titular irónico: "¡Era lesbiana! ¿Qué hacemos?". Y no parece que ése vaya a ser el último episodio que obligue a replantear su biografía, porque se sabe que la parte inédita de su poesía, que también estaba en poder de su novia y albacea norteamericana, fallecida en el año 2006 en Florida, duplica la publicada y es muy explícita en sus contenidos.

La correspondencia reunida en Niña errante, que ha salido en Chile en el sello Lumen, se lee como si fuera una novela que cuenta la hermosa historia de amor de estas dos mujeres, que se conocieron en Nueva York tras una conferencia que dictó allí Mistral, al año siguiente de haber sido galardonada por la Academia Sueca, y que compartieron parte de sus vidas en equilibrio entre el amor, el deseo, los celos y la distancia, esto ultimo porque la joven Dana, que también escribía poesía, aunque de forma esporádica, tenía que pasar gran parte de su tiempo en Estados Unidos, lo cual desesperaba a su famosa amante, quien al final consiguió que el Gobierno de su país la nombrase cónsul en Nueva York, para poder estar juntas.

En el libro, conocemos los problemas de salud de la pareja, que hacía difícil que la preciosa Dana, una joven que guardaba un parecido asombroso con la actriz Katharine Hepburn, acompañase a Mistral a sus viajes, como ella quería. También vemos cómo crece su amor. "Desde que te fuiste yo no río y se me acumula en la sangre no sé qué materia densa y oscura. Yo no puedo saber aún, amor mío, lo que ocurra conmigo a lo largo de los sesenta días de nuestra separación. (...) Estoy viviendo la obsesión, amor. (...) Yo no sabía hasta dónde eso -lo vivido- ha cavado en mí, hasta dónde estoy quemada por ese punzón de fuego, que duele igual que la brasa ardiendo sobre la palma de la mano", escribe Mistral a Dana, y ésta responde: "Mi amor. Todo lo bonito me habla de ti. ¡Siempre tú estás conmigo! (...) Veo el cielo y pienso: este mismo cielo toca la cabeza de mi querida. (...) Yo me pongo en el viento y en la lluvia para que puedan abrazarte y besarte por mí".

También hay momentos de desconfianza, y reproches con los que Gabriela le hace saber a Dana "el infierno puro que ha sido para mí tu silencio de siete o más días", o le dice: "En cuanto a tu miedo de perderme, tu falta completa de confianza, yo no me merezco eso, que me da un poco de cólera y un mucho de tristeza, casi de amargura. Yo no soy una sinvergüenza, no, mi amor, yo no soy eso que tú imaginas. Soy una desgraciada si tú sigues sin tener fe en tu Gabriela". Las cartas siempre están firmadas así, pero es curioso que en muchas de ellas Mistral hable en masculino: "Soy arrebatado, recuérdalo, y colérico, y torpe. Por favor, no vuelvas nunca a sufrir así, a padecer por mi culpa, tienes que saber que así me das una enorme vergüenza de mí mismo".

La poeta ayudaba económicamente a su compañera, y parte del epistolario lo ocupan los cheques que le anuncia Mistral que va a mandar o la oferta de que se quede con la renta que produce una casa que tiene alquilada en Monrovia. Pero, sobre todo, Niña errante demuestra la desesperación de un amor acosado por las separaciones. "Tengo ganas de morirme, porque dudo de que vuelvas", le escribe Mistral a Doris Dana; y hacia el final del libro, cuando demasiados asuntos domésticos rodeaban ya su paraíso, le da instrucciones para que cuide sus cuentas, y le dice: "Te encargo que tú veles porque yo tenga siempre en caja el valor de lo que cuesta un entierro en tu país. No quiero cargarte a ti con ese gasto grande".

Gabriela Mistral murió en Nueva York, en febrero de 1957. Su novia la sobrevivió cincuenta años, y custodió su legado hasta su fallecimiento. Sólo entonces su sobrina donó al Gobierno chileno los cuarenta mil documentos que forman el legado inédito de la autora de Lagar, en el cual estaban incluidas estas cartas.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

A favor del matrimonio gay: hablan esposos heterosexuales casados con lesbianas o gays.

por LISA LEFF © 2009 The Associated Press

Wah Cheong, un republicano de toda la vida a punto de divorciarse de la mujer con la que tuvo dos hijos, sorprende a sus conocidos en esta comunidad relativamente conservadora de las afueras de San Francisco al decir que esata a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo.

"Si los gay y las lesbianas fuesen mas aceptados, yo no me hubiera casado con una mujer que ocultaba su condicion de lesbiana", comenta este ingeniero quimico de 47 años.

De todos los sectores que apoyan el matrimonio gay, probablemente ninguno llame mas la atencion que el de los heterosexuales casados con gays o lesbianas.

Sin embargo, es un tema con el que se lidia a diario en los tribunales y las legislaturas de todos los estados pues aumenta la cantidad de casos en los que un matrimonio se arruina porque uno de los esposos revela que se siente atrai­do a alguien del mismo sexo.

"Somos las victimas ocultas de la homofobia", sostuvo Amity Pierce Buxton (foto), fundadora de la Red de Esposos Heterosexuales, organizacion de apoyo psicologico basada en el estado de Nueva Jersey que tiene 52 oficinas en todo el pai­s. "Cuando los gays y las lesbianas sienten que deben casarse (con una persona del otro sexo) para ser aceptadas y poder tener hijos, eso le hace daño no solo a los gays y las lesbianas, sino tambien a sus maridos heterosexuales y a sus hijos".

La agrupación, formada por voluntarios y que dice tener miles de militantes, se opone a toda ley que estipula que el matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer.

Algunos de sus militantes han marchado en desfiles gay, tratado de persuadir a organizaciones religiosas de que no usen la Biblia para justificar sus actitudes homofóbicas y se han reunido con padres gay que luchan por mantener una relación cordial con sus ex esposas. También se presentan en programas de televisón y otros foros públicos.

No todos los esposos que descubren que están casados con un homosexual son tan tolerantes. Geong, quien estuvo casado 17 años con su esposa, dice que conoce gente que votó en contra del matrimonio del mismo sexo en California "pura y exclusivamente por el rencor que siente hacia su ex".

La revelacón de que uno de los esposos es gay o lesbiana genera momentos traumáticos y destruye matrimonios. O por lo menos cambia totalmente la naturaleza de la relación.

Carolyn Sega Lowengart, de 61 años, residente en las afueras de Washington, recibió esa revelación luego de 31 años de casada y dice que, si su esposo no hubiese percibido su orientacón sexual como un estigma, ambos hubiesen podido buscar otras relaciones.

Lowengart cuenta que tuvo este diálogo con su marido: "Le pregunté ¿cuando supiste (que eras gay)?' Y me respondió 'siendo adolescente'. Le dije entonces, '¿por qué te casaste conmigo?', y me dijo, 'porque no quería ser gay'".

Randy Spires, ex oficial de la policía militar de 59 años, residente en Southern Maryland, se enteró de que su esposa era lesbiana en el 21er aniversario de su boda, cuando encontró un correo electrónico que su esposa le envió a otra mujer que era su amante. "Uno piensa que algo no funciona, pierde su identidad", expresa Spires.

La esposa, Sue, dice que lamenta haber hecho sufrir a Spires y que no entiende bien por qué, 13 años despuéss de que se separaron, aún siente la necesidad de volver a hablar de la forma en que se terminósu matrimonio, que produjo dos hijos. Pero admite que si las relaciones de un mismo sexo hubiesen sido más aceptadas, ella no se habría casado con el.

"Sabíaa que era gay desde que teníaa ocho años", manifiesta Sue. "Pero lo correcto en la sociedad era casarse (con alguien del otro sexo). Eso es lo que hice. No fue un matrimonio feliz. Si hoy estuviese en la misma situacón, le dirí­a 'lo siento, no puedo seguir con esto (el casamiento)'".

Buxton, quien tiene 90 años y cuyo libro "The Other Side of the Closet" (Del otro lado del closet), publicado en 1991, es considerado el mejor trabajo sobre este tema, calcula que en Estados Unidos hay unos dos millones de gays y lesbianas que estann o en algún momento estuvieron casados con alguien del otro sexo. El 70% de esos casos involucra a una mujer lesbiana que se casa con un hombre heterosexual para mantener las apariencias.

La revelación de que uno de los integrantes de la pareja es homosexual no implica necesariamente la disolución del matrimonio.

Jim y Anne Marie Will, de Citrus Heights, California, se conocieron en la escuela secundaria y estuvieron 15 años juntos, 11 de ellos casados, hasta que un día Jim le confesó a su esposa que creía que era gay y que nunca lo había aceptado.

La pareja, que tiene una hija de 16 años, decidió seguir junta, con libertad de mantener relaciones sexuales con otras personas. Jim lo ha hecho. Pero el vínculo entre ambos sigue siendo sólido.

Cuando se les pregunta por qué siguen casados, ambos responden que no conciben compartir sus vidas con otra persona.

"Al abrirme y ser honesto, me saqué toda la culpa que tenía y pudimos hallar la forma de acomodar mis deseos. No hay nadie más con quien yo quiera compartir mi vida", manifiesta Jim.

"Lo único que le pedí es que no se meta con hombres casados", dijo Anne Marie. "Sé la devastacón que esto causa en un matrimonio y no quiero tener nada que ver con eso".

sábado, 12 de septiembre de 2009

Second Life: Una segunda oportunidad para vivir la vida y disfrutar del sexo.


por Jorge Alberto Chávez Reyes

Se dice que sólo tenemos una vida que vivir, sin embargo el desarrollo de plataformas virtuales que recrean el mundo y la habida están haciendo que si sea posible vivir más de una vida y disfrutar del sexo de más de uan manera y, además, ver como lo haces desde distintos angulos y en 3-D.

Conozcamos Second Life, el lugar ( ¿es un lugar?) donde eso es posible...y, de paso, conozcamos a uno de sus habitantes y su--muy agitada- vida sexual.

Second Life no es un mundo diferente, es un mundo real que únicamente existe en la Red, claro que no es el primero, sólo el –hasta ahora-- más exitoso de los mundos virtuales, realidades paralelas hechas posibles gracias a la tecnología, donde a veces nuestra vida puede ser menos “real” pero más gratificante.

Todo empezó en marzo de 1999 cuando un pequeño numero de californianos descubrieron un nuevo mundo llamado Norrath, poblado por un grupo de gente bastante rara, pero a la que seguramente no podría acusársela de poco trabajadora. 2 años mas tarde ya eran 12.000 personas las que llamaban a este mundo su mundo, aunque 5 veces mas personas (60.000) lo visitaban en forma reiterada.

Se trataba de un mundo sumamente inequitativo, pero aun así la vida era mas que atractiva para gran cantidad de gente que lo habitaba. La población crece aceleradamente gracias a la comparecencia de emigrantes provenientes de todos lados, pero especialmente de USA.
Obviamente este mundo era un mundo virtual albergado en 40 computadoras en San Diego, el remoto antecesor – prehistórico , casi, en términos de tiempo virtual- de Second Life.

¿Qué es exactamente Second Life?

“SL es un país”, explica Philip Rosedale,fundador y director de la compañía que gestiona el producto. “un lugar digital en el que quienes viven allí experimentan algo imposible en el mundo real, que están controlando su futuro”, añade. “Es el primer mundo virtual que se ha convertido en fenómeno de masas”, explica Giulio Prisco, licenciado en Física Teórica y Computacional y usuario de SL como Giulio Perhaps. “Es el fenómeno social más interesante que hay en estos momentos. Puedes sentir en tus huesos que estás inmerso en algo importante”.

¿Se necesita pasaporte para irse a vivir en Second Life?

No, sólo hace falta visitar la web (secondlife.com), descargarse el programa y proporcionar los datos de una tarjeta de crédito. Aunque el servicio de SL es gratuito, la tarjeta se utiliza con dos fines: impedir la entrada a menores de edad e identificar a los usuarios en caso de que se vean tentados de cometer delitos en su nueva vida digital.

El primer paso para vivir en SL es crear un avatar, es decir, un doble digital. Los residentes tardan una media de cuatro horas en elegir el nombre y el aspecto físico de su nuevo álter ego. Les preocupa la primera impresión casi tanto o más que en el mundo real, ya que su personalidad no está definida. Nadie les conoce; no tienen trabajo, ni estudios, ni amigos, ni raíces familiares. Su única tarjeta de visita es su aspecto, y de él dependen las posibilidades de entablar nuevas relaciones.

En este mundo virtual se puede encontrar literalmente cualquier cosa que uno se pueda imaginar: casas, coches, casinos, playas, ríos, Nueva Orleans, música en directo, Amsterdam, parques de atracciones, ciudades medievales, prostitución, sectas, matrimonios, museos, helados, embarazos, fiestas, el Partenón. Con conocimientos de diseño gráfico se puede construir de todo, y hasta vivir de ello.

El mundo virtual está basado, como el real, en el dinero. O mejor, en la propiedad. Rosedale explica que hace tiempo leyó un libro que le impactó, El misterio del capital. En él, el economista peruano Hernando de Soto asegura que el triunfo de la economía capitalista se basa en la propiedad de la tierra, y ésta es la idea que sostiene SL. Pasearse por este mundo es gratis. Hablar con sus habitantes, también. Pero si uno quiere hacer un negocio, necesita alquilar o comprar un terreno o una casa. La moneda del país es el dólar Linden, que equivale a unos 300 dólares del mundo real. Además de un hogar, los habitantes de SL compran todo tipo de productos con los que satisfacer a su otro yo: alimentos, bebidas, ropa, muebles joyas… Los residentes de SL se gastaron, sólo en el mes de enero, cinco millones de dólares en 42 millones de transacciones. Los objetos son virtuales, pero el dinero es muy real.

Ganar dinero es una de las motivaciones de los residentes, aunque pocos lo confiesen, en parte gracias a la historia de Anshe Cheng, una mujer china que fue portada de Business Week por haber logrado amasar 250.000 dólares comprando y vendiendo tierra en SL. Es la especuladora virtual más famosa del mundo.

Y también hay sexo en Second Life : pornografía, nudismo y prostitución homo o heterosexual o, mejor aún sin etiquetas, pero ya que hablamos del tema, ¿Como es un encuentro sexual en SL?

Como en todo cibersexo, la imaginación juega un papel importante, pero con SL tienes la ventaja de que puedes ver, desde todos los ángulos como estas teniendo sexo (es decir como tu avatar lo tiene) y, si el compañero sexual del momento tiene audifonos y micrófono, ambos pueden jadear y hacer mas interesante el encuentro…

Entrevista con “Mauro”, un feliz habitante ¿del proto-Matrix?

Mauro es uno de los habitantes de “Second Life”, trabaja como modelo y anfitrión para ganar los lindens con los que pagar su agitada vida sexual en la que destacan amantes de muchas nacionalidades y exóticos escenarios para sus encuentros.

En SL los hombres se pueden casar con hombres y las mujeres con mujeres. Los gays y lesbianas tienen los mismos derechos pero también en “SL encuentras racismo o gente homofobica” nos dice Mauro y por eso, desde hace dos años en SL también se hacen Marchas del Orgullo.

A Mauro le gusta ligar en Gay Cruising, Tristar Gay Club y Phallos Club pero no sólo busca sexo “no solo placer, también amistad, una conversación interesante y participar en la academia de la flota estelar de Star Trek” nos cuenta, aunque luego añade que lo botaron de la Academia por su falta de constancia no sin acotar—con orgullo- que pasó más de 10 de los exigentes exámenes de Star Fleet.

Como somos fanáticos de Star Trek intentamos averiguar algo más al respecto y Mauro nos cuenta “hay toda una comunidad de oficiales gay que se distinguen por un distintivo especial, el arco iris en un circulo. Pero todos los oficiales o cadetes o los colaboradores sean hombres o mujeres son muy amables con todos pertenezcan o no a un circulo gay”, Eso si, como en todo instituto militar que se respete “nadie puede ir sin usar sus insignias o el uniforme debidamente puesto”.

- JA: Parece un mundo perfecto ¿no hay “malos” en SL?
- Mauro : “Los griefers la malogran todo. Son como hackers que interrumpen las normales actividades de los sims donde intervienen. Son desadaptados. Además también hay comunidades de vampiros.
- JA: ¿No será que SL es como una especie de proto-matrix?
- Mauro: si lo ves así pues yo creo que si. Se parece mucho a eso.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Los extranjeros protagonizan casi la mitad de los matrimonios homosexuales en España

por CÉSAR COCA para EL CORREO DIGITAL

  • En los cuatro primeros años de vigencia de la ley se han casado unos 28.000 homosexuales
  • En general, las parejas con algún ciudadano de otro país se quedan a vivir en España
  • Los extranjeros están presentes sólo en el 19% de las bodas de parejas heterosexuales.
  • El número de ciudadanos de otros países que vienen a contraer matrimonio gracias a la reforma legal no para de crecer.

España es el país en el que se celebran más matrimonios entre personas del mismo sexo, en buena medida producto del atractivo que tiene la legislación en vigor para los homosexuales extranjeros. Por eso, en casi la mitad de esas bodas -exactamente, el 45%- al menos uno de los cónyuges no es español. En los matrimonios entre personas de distinto sexo, los extranjeros están presentes sólo en el 19% de los casos.

Es la paradoja de un país que hasta 1979 persiguió a los homosexuales, primero mediante una ley gráficamente denominada de Vagos y Maleantes y luego en aplicación de otra con el también demoledor título de Peligrosidad Social. El país que durante décadas envió a los homosexuales a la cárcel o los condenó a la 'invisibilidad' es hoy el destino soñado para muchos extranjeros que, procedentes de países impecablemente democráticos, recalan aquí para hacer realidad su ambición de tener un libro de familia.

Cuando en junio de 2005 entró en vigor la reforma legal que permitía casarse a dos personas del mismo sexo, España se convirtió en el tercer país del mundo que adoptaba una normativa así. Sólo Holanda y Bélgica lo habían hecho antes. Desde entonces, Canadá, Sudáfrica y, hace apenas unos meses, Noruega y Suecia han aprobado legislaciones similares. En EE UU, está permitido en Massachusetts, Connecticut, Iowa y, desde el pasado martes, Vermont. En Maine será posible esta misma semana y en New Hampshire el próximo 1 de enero. De momento, España es el país en que más enlaces se producen en términos absolutos, sin duda a causa de que es junto a Sudáfrica el más poblado.

Durante los primeros cuatro años de vigencia de la ley se han casado en España más de 14.000 parejas del mismo sexo, según datos extraoficiales. A finales de 2008, última fecha para la que existen cifras del todo fiables, la contabilidad de los registros civiles permitía sumar un total de 12.324. El 36% de esas parejas está integrado al menos por un extranjero, pero ese porcentaje no para de crecer y el pasado año alcanzó ya el 45%.

El fenómeno no es nuevo. Sucedió lo mismo en Holanda y Bélgica, los dos primeros países que legalizaron el matrimonio entre personas del mismo sexo. En España, la casuística es diversa pero conduce al mismo destino. Cuando sólo uno de los miembros de la pareja tiene nacionalidad extranjera, lo habitual es que «se casen y se instalen aquí para disfrutar de los mismos derechos que una pareja heterosexual», explica Antonio Poveda, presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales.

Quedarse en España

Es el modelo más común. En tres de cada diez parejas homosexuales que se unen en matrimonio en España sucede exactamente eso porque, en palabras de Poveda, «entre nosotros pueden vivir su relación con seguridad y libertad. En muchos casos el cónyuge extranjero es latino o de algún país en el que los índices de homofobia son muy altos, como en México».

¿Qué sucede cuando los dos son extranjeros? Pues que con frecuencia también se instalan a vivir en España tras la boda. De hecho, el matrimonio no tiene ninguna validez fuera de nuestras fronteras, salvo en los pocos países donde también está legalizado. Pero justo los nacionales de esos lugares son quienes no tienen el menor interés en venir hasta aquí a casarse.

Con todo, aunque sean muy escasos, se han dado en estos años algunos casos de parejas formadas en ambos casos por extranjeros que se han casado en España e inmediatamente han vuelto a su lugar de origen. Lo han hecho por el simbolismo de contar con un papel que pone que son un matrimonio, aunque eso no les valga de nada en su país. Según los especialistas consultados, son casi sin excepción ciudadanos de estados en los que no hay persecución legal ni social a los homosexuales. Cuando esta se produce, prefieren no correr el riesgo de regresar.

¿Queda a las casi 1.000 parejas formadas por dos extranjeros que se han casado en España en estos cuatro años alguna otra opción? Podrían elegir el largo y sinuoso camino de la batalla legal. «Si quieren que el matrimonio que han contraído aquí sea reconocido en su país deberían enfrentarse a una disputa en los juzgados que probablemente terminaría en el Tribunal de La Haya», sostiene Francisco Lledó, catedrático de Derecho Civil en la Universidad de Deusto, abogado y asesor parlamentario en estas cuestiones. A su juicio, debería llevarse a cabo una armonización legislativa en el seno de la UE, porque no tiene sentido que se igualen los derechos en otros aspectos y no se haga en materia tan relevante como esta.

¿Se está convirtiendo España en un paraíso homosexual? Apartando a un lado el tono peyorativo que la expresión tiene según quién la utilice, Poveda cree que «hemos dejado atrás a países que mirábamos como referente hace no tantos años y ahora el referente somos nosotros». En su opinión, no se trata sólo de la avanzada legislación sino también del ambiente social que la acompaña. «La manifestación del 'orgullo gay' más importante del mundo es la de Madrid y lo que se respira en ella es libertad», añade el presidente de la Federación.

Posibilidad de adoptar

Hay otro aspecto que explica también el elevado número de parejas homosexuales que, una vez casadas, se han instalado en España de forma estable. Es el de la adopción. Esta sólo es posible para un matrimonio formado por personas del mismo sexo allí donde ha sido legalizado. Eso restringe de forma notable las posibilidades reales de hacerlo, puesto que los estados de los que procede la mayoría de los niños tomados en adopción no admite esa fórmula legal. Pero aún quedan algunas posibilidades, lo que no sucedería si la pareja regresa a su país.

Lledó destaca las derivaciones que ha tenido la reforma legislativa realizada en España. No se trata sólo de los problemas relativos a los hijos, pero es la materia más sensible. Y ahí se dan algunas diferencias: por ejemplo, una pareja de varones no puede recurrir a la ley de reproducción asistida para tener un hijo biológico (de uno de ellos), mientras que una pareja de mujeres sí puede hacerlo, incluso repartiéndose la maternidad, y el hijo figuraría como de ambas. Y eso es, por supuesto, lo mismo para nacionales que para extranjeros.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Androginia: el complejo mundo intersexual

por Verónica Maza Bustamante http://semanal. milenio.com/ node/1091
2009-08-29 | Milenio Semanal


¿Será que es suficiente con mirar a una persona a la cara o a su cuerpo para saber si pertenece al sexo femenino o al masculino? De ser así, y si seguimos la premisa del cantante italiano Tiziano Ferro, todas las mujeres mexicanas podríamos ser confundidas con varones.


Dicen que Caster Semenya, la atleta sudafricana que recién ganó la medalla de oro en los 800 metros durante el Mundial de Atletismo de Berlín, no es mujer sino hombre. Las afirmaciones se basan en su impresionante rendimiento físico pero, sobre todo, en su aspecto: tiene un pelillo en el rostro más cercano a los bigotes de mi general que a los de Frida Khalo, músculos marcados, mandíbula fuerte y, en general, rasgos masculinos.

¿Será que es suficiente con mirar a una persona a la cara o a su cuerpo para saber si pertenece al sexo femenino o al masculino? De ser así, y si seguimos la premisa del cantante italiano Tiziano Ferro, todas las mujeres mexicanas podríamos ser confundidas con varones debido a ese mostacho que el extranjero dice que tenemos. Pero resulta que, a veces, las apariencias engañan, aunque en el caso de los sexos es difícil entenderlo porque se nos ha enseñado que sólo hay de dos sopas: niño y niña, masculino y femenino, vieja y machín, ella y él (como decían las cursis toallitas bordadas que se regalaban en las bodas).

Si ni siquiera la orientación homosexual es reconocida como válida en muchas sociedades modernas, ¿qué sucedería si descubriéramos que una persona tiene genes masculinos pero es una mujer física y psicológicamente? ¿Cómo definiríamos a alguien que genéticamente resulta ser tanto hombre como mujer y tiene las características mezcladas de ambos sexos? Todas estas posibilidades y muchas más se presentan en el confuso, pero común -aunque no sea notorio a simple vista-, mundo de los estados intersexuales.
UN ASUNTO DE LETRAS. Y ALGO MÁS

Definir si Caster Semenya es hombre o mujer puede ayudar a que la medalla que ganó se quede en su casa o, por el contrario, llegue a manos de alguna de esas compañeras que la acusaron de verse como charro de oro, correr como gacela macho y hablar cual Pedro Vargas del atletismo. También, si se da el caso, puede demostrar que sigue habiendo entrenadores gandallas capaces de manipular los niveles hormonales de sus deportistas sin informarles de los efectos secundarios. Pero, sobre todo, pone en la mesa de discusión las decenas de posibilidades que pueden existir en relación con el sexo de una persona, las cuales se descubren de maneras mucho más complejas que sólo bajándose los calzoncitos para mostrar si se tiene pene o vulva, como le sugería hacer a Semenya la goleadora de la selección sudafricana Noko Matlou quien, en 2007, minutos antes del partido contra Ghana en el que se jugaban la clasificación para las Olimpiadas, se desvistió para enseñarles "lo que querían ver" a quienes le preguntaron si era realmente una mujer.

La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo ha sometido a Caster a los exámenes médicos y genéticos que integran la "prueba de género", un complicado y poco conocido proceso durante el cual un equipo de expertos tendrá que decidir el sexo de la corredora. De hecho, en el mar de confusión que existe en el mundo del deporte, la población en general y los medios de comunicación en torno al tema de la sexualidad, se ha dicho que lo que se busca es definir su
"identidad sexual", pero eso va más allá de lo que les interesa saber en las competencias, ya que integra el sexo (masculino o femenino), la identidad de género (si se siente hombre o mujer), la orientación sexual (heterosexual, homosexual, bisexual) y el rol de género (si vive su cotidianidad siguiendo esquemas masculinos o femeninos al vestir, al comportarse, al andar, al hablar). Por ejemplo, a las federaciones de atletismo les debería dar lo mismo si un atleta es
homo o heterosexual o si en las noches viste de plumas o de botas vaqueras siempre y cuando su sexo corresponda a las clasificaciones que contemplan.

Y el sexo, ¿cómo se define? Tiene que ver con el proceso de sexuación, el cual comienza en la octava semana de gestación. No se trata simplemente de que en la feria del destino nos tocó tener el par XX o el par XY de cromosomas y sanseacabó. Preguntaba al inicio si sería suficiente con mirar a una persona a la cara o a su cuerpo para saber si pertenece al sexo femenino o al masculino. La respuesta es negativa, aunque es lo que hacemos la mayor parte del tiempo: cuando catalogamos a alguien -o nos catalogan- como un niño o una niña, un hombre o una mujer, normalmente lo hacemos llevados por factores externos como los caracteres sexuales secundarios (si tenemos "peluche en el estuche" pero también en la barba, si lucimos senos o manzana de Adán), la ropa, el aspecto y, en el caso de que se llegue a ese nivel de visión, los caracteres sexuales primarios (si tenemos vulva, pene o algo que se les asemeje).

No obstante, el sexo de una persona es el resultado de un proceso muy complejo en el que operan diferentes niveles, de manera que podemos hablar del sexo cromosómico: la famosa combinación XX, característica de la mujer, y la XY, del hombre; el sexo gonadal, es decir, el que se define si hay gónadas típicas masculinas, mejor conocidas como testículos, o femeninas, llamadas ovarios; sexo hormonal, en función a las hormonas predominantes, ya sean estrógenos o andrógenos; sexo genital externo, que suele ser el indicador usado para asignar el sexo a los recién nacidos dependiendo de si tiene pene o vulva; el sexo cerebral, que se da en función de la configuración y acción de determinadas zonas cerebrales, diferentes en hombres y mujeres; el sexo legal, que tiene que ver con lo que dice el acta de nacimiento; el sexo psicosocial o comportamiento que la persona tiene en relación con su entorno.

Estos aspectos son los que configuran el sexo de una persona, y varios de estos niveles de sexuación son prenatales. Lo que poco se menciona es que aunque un bebé al nacer presente unos genitales externos típicamente femeninos o masculinos, no necesariamente sus cromosomas
corresponden a dichos genitales o a las hormonas que predominan en su organismo. Por eso, el proceso al que sometieron a Caster Semenya exige una compleja evaluación en la que intervienen ginecólogos, endocrinólogos, psicólogos y expertos en medicina interna. Además, le
realizaron el análisis SRY (Sex-determing Región Y), que permitiría descubrir si, debido a un problema genético, aunque su cuerpo haya desarrollado órganos sexuales de mujer, sus cromosomas son en realidad XY, es decir, los de un hombre.

SER O NO SER HERMAFRODITA

Cuando comenzó el escándalo Semenya, los diarios Blick (suizo) y Bild (alemán) difundieron que la atleta era hermafrodita, noticia que se unió, en tiempo e impacto, a un video de la cantante Lady Gaga en donde se percibe, bajo su minúscula falda, "algo" que podría ser un pene. En una entrevista de dudosa procedencia, la extravagante estadunidense supuestamente afirmó: "Sí, tengo ambos genitales, los masculinos y los femeninos, pero yo me considero sólo hembra. Se trata simplemente de un pequeño pene que en realidad no interfiere en mi vida cotidiana para nada". Después, su manager dijo que no era verdad, pero gracias a ambos casos la palabra "hermafroditismo" se instaló en el inconsciente colectivo de mucha gente que solía catalogar a los
hermafroditas en el apartado donde van las sirenas, las quimeras, las gorgonas y el minotauro.

Hasta hace algunos años, antes de que existiera el concepto de "estados intersexuales" , estas diferenciaciones eran llamadas hermafroditismos. El término viene de la mitología griega:
Hermafrodito era el hijo de Hermes y Afrodita. Una ninfa llamada Salmácide se enamoró de él sin ser correspondida. La desesperación llevó a la amante despechada a arrastrar al fondo de un lago a Hermafrodito mientras lo abrazaba. Al tiempo que ambos caían lentamente en las profundidades, Salmácide rezó con todas sus fuerzas para que los dioses jamás permitieran que sus dos cuerpos se separaran. De esa forma, se fundieron en un único cuerpo con ambos sexos.

Más allá de todas las imágenes oníricas que nos provoca esta historia, encontramos que el hermafroditismo verdadero debe incluir, en todos los niveles de sexuación (genética, gonadal y genital), características de ambos sexos. Su diagnóstico se establece por la composición de las gónadas, que deben incluir un testículo y un ovario o un testículo u ovario más un ovotestis o dos ovotestis. A simple vista es posible encontrar genitales ambiguos o de apariencia inusual al nacer: micropenes, un clítoris demasiado grande, fusión parcial de los labios, testículos aparentemente no descendidos, etcétera.

No siempre se presenta un pene con todas sus características y una vagina tal cual, como lo sugería la película XXY, una coproducción argentina y española dirigida por Lucía Puenzo (la cual, si no contamos este detalle, es una excelente cinta), sino que las posibilidades son amplísimas. Entre estas anomalías en el proceso de sexuación tenemos el síndrome de insensibilidad androgénica, en donde los individuos cromosomáticamente varones (XY) tienen dificultad para
reconocer y responder a los andrógenos (hormonas masculinizadoras) , por lo que la diferenciación se realiza en sentido femenino, siendo el responsable de esta situación el gen SRY (el cual investigan en Semenya). Por el contrario, el síndrome adrenogenital se presenta en niñas que al nacer tienen un clítoris más grande de lo habitual, genitales ambiguos, pero un aparato reproductor típicamente femenino, es decir, con útero, ovarios, trompas de Falopio y demás. En la pubertad puede producirse una masculinización de su voz, del vello de su cuerpo, ausencia de menstruación. Algo parecido es lo que, dicen, padece Caster: hiperplasia adrenal congénita (aunque aquí hablamos de que existe un factor hereditario) .

Opciones como estas hay muchas, lo cual nos demuestra que en la sexualidad no todo es blanco o negro, masculino o femenino, niña o niño. Existen matices, existen peculiaridades que nos hacen a cada uno diferente del otro; por ello todos somos seres únicos e irrepetibles.

Ojalá el caso Caster Semenya sirva para tratar de entender todo esto y no se quede únicamente en un escándalo sin provecho que se pierda en los anales de la historia del atletismo.