martes, 27 de octubre de 2009

Homosexualidad en Africa - Persecusión y Miedo

DPA - 27 de octubre de 2009

Hace una semana, los keniatas Daniel Chege Gichia, de 39 años, y Charles Ngengi, de 40, se juraron amor y fidelidad ante el registro civil londinense, sin saber las consecuencias del acto en su país de origen.

Ambos son aparentemente la primera pareja gay casada de ese país africano. Tras la difusión de la noticia, las primeras reacciones fueron mayormente hostiles. Son "una vergüenza para nuestro país", según un oyente de una radio. En cartas al director y foros de Internet se dijo que ambos habrían manchado el buen nombre de sus familias, violado mandamientos divinos y las costumbres africanas.

En Gathiru, el pueblo natal de Daniel Chege Gichia, la familia está expuesta a la vergüenza pública. Dos de sus hermanos fueron amenazados y se les instó a abandonar la aldea. "El hombre viejo ya no es el mismo y la madre teme las visitas", afirma una vecina en el diario Daily Nation sobre los progenitores.

Gichia Muchira, un tío, se muestra irreconciliable. "Lo que hizo el muchacho arruinó el nombre de la familia para siempre", lamentó.

En Kenia, al igual que en la mayoría de los países africanos, la homosexualidad abierta es ilegal. Aunque en las grandes urbes hay cada vez más gays y lesbianas que salen de las sombras y defienden su sexualidad, salir del armario sigue estando vinculado a problemas como el quiebre de amistad, la destrucción de la familia, una posible pérdida del trabajo y el rechazo social.

Hace poco semanas llegó a los titulares el caso de un parlamentario keniata, que recogió a su hijo recién titulado en el aeropuerto de Nairobi. Cuando su hijo apareció maquillado, vestido de mujer y acompañado de un amante, el legislador lo rechazó y huyó. No debió temer ser tildado de padre malo y sin corazón. Al contrario. Muchos le mostraron comprensión y simpatía.

La idea de una comunidad homosexual legal en Kenia es calificada de atea, "no africana y culturalmente inaceptable" por el arzobispo anglicano Eliud Wabukala.

"No podemos permitir una legalización en Kenia, porque aquellos que lo aceptan no están bien de la cabeza", coincidió Abdullahi Abdi, del Foro de Líderes Musulmanes. Incluso allí donde no son odiados abiertamente, los homosexuales son calificados de "enfermos" o "anormales".

Kenia no es una excepción en África. En Uganda el Parlamento debate una ley para castigar con hasta siete años de cárcel la "propagación" de homosexualidad, incluida la difusión de información científica.

La ley fomenta la denuncia de gays, lesbianas y bisexuales, y castiga la posesión de información de orientación sexual "divergente". Algunos legisladores incluso pidieron la pena de muerte para homosexuales.

Aunque en Sudáfrica las comunidades homosexuales son permitidas, grupos femeninos denuncian la violencia sexual que sufren lesbianas que son violadas para "normalizarlas". En Gambia, el presidente Yahya Jammeh pidió el año pasado a los homosexuales abandonar el país, ya que de lo contrario les "cortaría la cabeza" personalmente.

viernes, 23 de octubre de 2009

Homofobia y Reggae : se desata polémica por concierto de Sizzla Kalonji en Barcelona

EuropaPress

Un concierto del artista Sizzla Kalonji en Barcelona ha desatado una agria polémica en torno a la música reggae. El colectivo de homosexuales Front d'Alliberament Gai de Catalunya (FAGC) y el Observatori Contra l'Homofòbia han exigido que la Fiscalía prohíba su entrada en España por apología de la homofobia. Los promotores denuncian "una maniobra publicitaria" del lobby gay y desesperan en una lucha "de David contra Goliat".

El fantasma de la homofobia persigue al artista caribeño desde que se le ocurrió escribir anciones como Nah Apologize. El tema contiene lindezas del tipo "mata a un maricón y siéntete orgulloso". Tras un concierto en Alemania en el que interpretó una de esas piezas, a Sizzla le fue prohibida la entrada en los países de la Comunidad Europea.

La orden ha sido ahora revocada y Miguel Orlando Collins -nombre real del artista, nacido en 1976 en Saint Mary- está, de hecho, de gira por Europa, según fuentes cercanas al tour español. La gira arranca el 29 de octubre y llevará a Sizzla a Bilbao, Granada, Getafe y, el 3 de noviembre, Barcelona. A sabiendas de que la presencia del músico dancehall podía traer cola, su productor se reunió en verano con la responsable del programa para el colectivo de gays, lesbianas y
transexuales de la Generalitat, Marta Molina. "Buscaba nuestro visto bueno para evitar la polémica", relata Molina, que facilitó la información a la fiscalía. "No es nuestra potestad prohibir o no, pero sí informar", justifica.

El Frente de Liberación Gay de Cataluña (FAGC) y el Observatorio contra la Homofobia se enteraron del concierto en la sala Apolo por los carteles que se exhiben en fachadas de Barcelona. "Exigimos que se pongan todos los medios para evitar las actuaciones de Sizzla y llamamos a boicotear su concierto", reclama Eugeni Rodríguez, portavoz del FAGC. Más aún, aduce, si se tiene en cuenta que en Jamaica la homosexualidad está castigada con penas de prisión y trabajos
forzados.

EL REGGAE RESPONDE

Julián F.García, de la promotora Roots & Vibes Reggae, lleva 20 años tratando de que una cultura minoritaria como es este tipo de música encuentre su hueco en España. Julián no niega uno de los apartados del comunicado en el que se recuerda que en Jamaica la homosexualidad -o incluso la sospecha de- está penada con la cárcel.

"Jamaica es un país muy religioso, seguramente el que tenga más iglesias por metro cuadrado del mundo. Si a eso le sumamos el analfabetismo, encontramos el origen de esa mentalidad contra la homosexualidad en su sociedad", señala el promotor en una entrevista a Europa Press en la que también admite que en los noventa sí que existía cierta homofobia en algunas canciones reggae.

Sin embargo, todo eso cambió hace más de cuatro años. Mediante la firma de la 'Reggae Compassionate Act' (http://www.petertat chell.net/ popmusic/ reggaecompassion atescan.htm) los artistas y promotores de este tipo de música se comprometieron a "renunciar a cualquier canción que pueda herir sensibilidades o falte al respeto a cualquier colectivo por su condición sexual, raza o creencias".

Desde entonces, se han llevado a cabo multitud de reuniones con colectivos gays y lésbicos en toda Europa (incluido el Outrage! británico) así como acuerdos entre artistas, promotores y las citadas asociaciones para "eliminar y erradicar definitivamente la homofobia" de una música basada en los pilares del respeto y el amor universal.

LA POLÉMICA CATALANA

Para la FAGC, esa 'Compassionate Act' quedó totalmente invalidada después de que un grupo homosexual en Jamaica señalara: "no queremos compasión, queremos que no nos maten, queremos que no nos hagan daño". Denuncian además el uso fraudulento de ese documento para "continuar actuando y vendiendo discos".

Para Julián F.García, los cinco años de esfuerzo se han ido "al garete" en Cataluña por la "obcecación y el fascismo" de la FAGC, a la que acusa de intoxicar a los medios de comunicación con "patrañas y mentiras" que van en perjuicio de mucha gente que vive del reggae en Jamaica y, sobre todo, "para darse publicidad gratuita".

"En contacto con la FAGC en una reunión a petición nuestra se nos hace saber que lo que desean es que Sizzla se dirija a su Gobierno para que despenalice la homosexualidad", explica el promotor, que considera "la petición ridícula" teniendo en cuenta el escaso poder público que pueda poseer un músico de reggae en un país del tercer mundo.

martes, 13 de octubre de 2009

Stephen Gately : el ser humano detras del idolo

AGENCIAS

En el apogeo de su fama a finales de los 90, los cinco miembros de la banda de pop Boyzone se sentaron para conversar sobre sus diversos planes de fin de semana. Las agendas de la mayoría de ellos incluçian actividades cargadas de testosterona -clásico comportamiento de estrellas de rock-- como carreras de autos, fiestas y discotecas. Sólo Stephen Gately permanecía inusualmente silencioso. Cuando, finalmente, sus compañeros de banda le exigieron saber cómo iba a pasar su tiempo libre, Gately, --siempre el más introvertido de la banda-- algo avergonzado anunció que planeaba quedarse en casa, leyendo los horóscopos y complaciendo su interés más reciente en los cristales de New Age. Así era Stephen.

Su amigo Kevin Fennell dijo "Después de los espectáculos , mientras los otros muchachos salían a celebrar, todo lo que el quería hacer era ir a casa a ver a su mamá".

Por entonces, Gately hacía todo lo posible por no desentonar de la "imagen" que proyectaban los miembros de su banda, la de sexys rompecorazones, con millones de chiquillas gritando y muriendo de amor por ellos . Y Stephen era considerado uno de los más guapos del grupo, un galan que, sin embargo, estaba cansado de ocultar su homosexualidad.

Y, así, finalmente salio del closet en 1999, un poco obligado por las amenazas y un poco por que lo necesitaba ya que la situación lo había sumido en una profunda depresión.


La fama le llegó a una edad excepcionalmente joven. Gately, el cuarto de cinco niños criados en un barrio difícil de centro de la ciudad de Dublín, tenía solo 17 años cuando fue aceptado para crear una banda coordinada por el empresario irlandés Louis Walsh en 1993.


Grabaron para el sello Polydor un año más tarde, convirtiéndose en el grupo de adolescentes que logró más éxito comercial, colocando hasta seis singles Nº1 y logrando ventas por más de 15 millones de discos.

Pero junto con la fama vinieron los rumores sobre la vida privada de Gately. A instancias de Walsh y sus otros compañeros, el cantante se esforzó por mantener su homosexualidad en secreto por temor a perder a la audiencia mayoritariamente femenina del grupo.

Los managers de la banda empezaron a lanzar cortinas de humo diciendo que Gately estaba saliendo con una serie de estrellas del pop femenino, incluyendo Emma Bunton, de las Spice Girls, y Mandy Smith, ex esposa del Rolling Stone Bill Wyman. Gately jugaría con la ilusión, de forma rutinaria hablando de sus amoríos imaginarios a sus entrevistadores.

Pero , en la realidad Stephen había comenzado una relación con el cantante holandés Eloy de Jong, que era miembro de la banda europop Caught in the Act. De Jong regularmente viajaba con su novio en la gira junto a las esposas y novias de los demás miembros de Boyzone, pero era necesario reservar en hoteles con nombres falsos, los viajes en vuelos distintos y moverse en coches diferentes.

La farsa fue finalmente descubierta en junio de 1999 cuando un guardaespaldas del grupo se acercó a un tabloide sensacionalista inglés para venderle la verdadera historia de Gately. Sabiendo lo que estaba a punto de suceder, el cantante prefirió contar en una entrevista que era homosexual y que De Jong fue su amante.

El temor por la reacción que tendrían las fans del grupo al saber la verdad no se materializó, pero Gately admitió más tarde que fue víctima de abusos homófobos en su Irlanda natal, donde adolescentes hiceron pintas y coreaban cantos anti gay en los alrededores desu casa . Por esta razón se mudó a vivir en Inglaterra.

Se dice también que a raíz de su confesión se produjo una ruptura entre Gately y sus padres católicos Margaret y Martin.

Su salida del closet coincidió con la inevitable decadencia del grupo y menos de un año más tarde Boyzone se separó. Gately culpó a Ronan Keating, de orquestar la división a fin de iniciar su carrera en solitario.

Gately, que con una estatura de 1.62 metros, siempre había sido la "cosita" de la banda, inició su carrera en solitario y también anotó un par de éxitos menores. Sin embargo, aunque su primer sencillo alcanzó el número tres en los charts, no logró hacer una carrera exitosa como estrella pop en solitario.

Al mismo tiempo y sin que lo supieran sus fans, sufría de depresión aguda. Primero había luchado cuando la banda estaba en la cresta de la ola y después tuvo que asistir a la ruptura de Boyzone. Los doctores le recetaron antidepresivos y Gatelyrápidamente se convirtió en adicto a la medicación y luego admitió: "Yo era un zombi. Con estos antidepresivos ni siquiera se puede reír o llorar".

A la vez, amigos de Gately hablaban en privado de sus temores de que pudiera tratar de matarse ya que les había confiado que había comenzado a tener pensamientos suicidas. Un miembro de la comitiva de Boyzone, que se reunió con él por casualidad en ese momento dijo: "Me quedé muy sorprendido cuando lo miré a los ojos. Parecían vacíos. Dijo que había renunciado a la bebida y que iba al gimnasio cinco veces a la semana. Pero parecía que estaba fuera de control".

Fue Elton John quien lo trajo de vuelta del borde del abismo después que la estrella del pop se enteró de su situación y lo invitó a quedarse en su casa del sur de Francia. Después de recuperar su confianza en sí mismo, Gately regresó a la casa del lago, cerca de Amsterdam, que compartió con de Jong y comenzó a sumergirse en la mística del arte oriental del Chakra. Pero la relación ya estaba erosionada y la pareja se separó en 2002.

Gately decidió reinventarse a sí mismo como actor y estrella de teatro musical y fue elegido por Andrew Lloyd Webber para tener en el West End el papel de liderazgo en Joseph and the Technicolor Dreamcoat Amazing en 2003.

Esto lo llevó a participar en una serie de realities de televisión de menor importancia, incluyendo el All Star Talent Show del Canal Cinco y el Dancing on Ice de ITV. Un mes más tarde, se retiró misteriosamente de la gira británica del musical Godspell, en el que hizo el papel de Jesús, después de sólo tres semanas, se supone que por problemas contractuales. Luego, el año pasado apareció en la película de horror de bajo presupuesto Credo.

Pero si su carrera profesional se estancó, su vida personal estaba floreciendo. Gately fue presentado al empresario de internet Andrew Cowles por el socio de Elton John, David Furnish. Pocas semanas después de su encuentro en 2003, se casaron mientras vacacionaban en Las Vegas. Hace tres años, la pareja tuvo una ceremonia civil en Londres, durante la cual intercambiaron anillos de £ 20.000.

Lamentablemente, los padres de Gately, que todavía viven en Dublín, no estuvieron allí, . Amigos de la familia revelaron que Stephen no había visitado a sus padres durante varios años, a raiz del distanciamiento que se produjo cuan do reveló publicamente su homosexualidad.

Sin embargo, hace un par de meses Stephen finalmente hizo las pases con su madre.

También su relación con Cowles tuvo su cuota de tormentas. Apenas dos meses después de casarse, Cowles fue fotografiado presentando golpes que supuestamente Gately le había hecho mientras hacían fila para cenar en el restaurante The Ivy.

Gately posteriormente se rió del incidente diciendo: "Los chicos son chicos. Estábamos los dos borrachos y cansados". Gately había puesto sus esperanzas en una reunión de Boyzone para recuperar el éxito de su juventud, pero cuando Ronan Keating finalmente cedió el año pasado, no recuperaron la fama perdida en una gira este verano con la mitad de los estadios vacía.

En el momento de la muerte de Gately, el grupo seguía trabajando en un "regreso". "Stephen tenía mucho por vivir ", dice su amigo Kevin Hinojo. "Los chicos tenían 60 canciones que habían escrito y fueron trabajando para un álbum".

Las boybands fueron un fenómeno que tiene muchísimos detractores sobre todo por el hecho que para integrar una, muchas veces no era necesario saber cantar muy bien sino ser fotogénico y poder bailar aceptablemente. En el caso de Boyzone habían algunas particularidades que los elevaron por encima de los demás hasta un lugar que tal ves sólo compartieron con sus compatriotas Westlife. Y es que en Boyzone habían buenos cantantes, además de Stephen y su voz angelical estaba Ronald Keating. Y ambos componían también.

Por otra parte muchos recuerdan y recordarán a Boyzone como el rostro y la música de la nueva Iralanda que surgió en los 90, época del florecimiento económico y época en que los chicos como Stephen y sus compañeros se convirtieron en la imagen de un país que dejó de sentirse atrazado y objeto de burla para sentirse seguro de si mismo, sexy y triunfador.

Stephen murió joven pero podemos decir que se atrevió a vivir a plena luz y demostró , una vez más, que la vida es mejor fuera del closet.

lunes, 5 de octubre de 2009

REPORTAJE : El fascismo despierta en Italia


por MIGUEL MORA para ElPais.Com (España)

Más de 55.000 personas afiliadas; decenas de grupos "ultras" en los estadios de fútbol; bandas de rock nazi o identitario; agresiones contra extranjeros, negros, homosexuales. Bajo el sonriente paraguas de Silvio Berlusconi, vuelven a Italia las consignas totalitarias y la violencia fascista.


La primera imagen del documental Nazirock, filmado por el periodista Claudio Lazzaro, es la manifestación celebrada en Roma, el 2 de diciembre de 2006, contra el Gobierno de Romano Prodi. Ante dos millones de personas, una avioneta enseña el cartel "Silvio, te echamos de menos"; se ven algunas esquelas del "Gobierno Mortadella", se oyen gritos de "Prodi va fan culo", "malditos jueces comunistas", "Gobierno de ladrones y terroristas", "espías del KGB", y "viva il Duce". Luego suena Volare, Berlusconi sube al escenario al son de Azurra libertà, el himno de su coalición, y el líder posfascista Gianfranco Fini se pone poético y define al grupo del que pronto formará parte como una "obra de arte de la libertad".


Después, el líder, sonriente, pelo implantado, zapatos con alzas, 70 años, presenta a los nuevos fichajes de la coalición Casa de la Libertad. Son Alessandra Mussolini, parlamentaria europea, nieta del Duce, líder de Acción Social y promotora de un pool electoral en el que figuran varios personajes de postín: Roberto Fiore, secretario general de Fuerza Nueva, condenado a nueve años por pertenencia a banda armada; Luca Romagnoli, líder del grupo neofascista Fiamma Tricolore, fundado por el fascista Pino Rauti, acusado y nunca juzgado por dos atentados mortales en los años de plomo, y Adriano Tilgher, condenado en 1975 por tratar de fundar un partido fascista, absuelto por falta de pruebas en el proceso del atentado de Bolonia de 1980 (85 muertos).


Como sus amigos, Romagnoli es un hombre con empuje: niega el Holocausto y afirma que Hitler fue un gran estadista. La cámara de Lazzaro le graba subiendo al palco y acercándose a Berlusconi con una bandera de la Fiamma Tricolore. Berlusconi la acaricia y la ondea sin dejar de sonreír. Sabe que ese 2% de los votos que puede rascar con la nueva vieja derecha es oro puro. "Hacía unos meses, Il Cavaliere había perdido las elecciones por 20.000 votos, y para lanzarse al acoso y derribo contra Prodi decidió que no podía renunciar a priori a la extrema derecha", explica Lazzaro. "De modo que los invita al acto y los legitima. Por un puñado de votos".


Apenas trece meses después, en enero de 2008, el Gobierno de centro-izquierda pierde una votación de censura por culpa de un tránsfuga cooptado por Berlusconi. Hay nuevas elecciones. Prodi se retira, y la feroz campaña que agitan los medios y las televisiones de Il Cavaliere, sus protestas contra la inseguridad ciudadana y sus promesas de mano dura contra el inmigrante/delincuente cumplen su objetivo.


Aliado con la Liga Norte y con los posfascistas de Alianza Nacional, Berlusconi gana por amplia mayoría (44%) con su mensaje optimista, xenófobo y personalista en el que no faltan guiños a la Mafia (el último día sostuvo en televisión que Vittorio Mangano, mafioso y asesino convicto, fue un héroe porque nunca le denunció). El Partido Democrático de Walter Veltroni logra 12 millones de votos y un 33%, pero no evita una crisis que dura todavía; la Liga entra al Ejecutivo con su 8%, que se traduce en varios ministerios, entre ellos el de Interior. Forza Nuova obtiene 108.837 sufragios. Y la amiga filofascista de Berlusconi, Daniela Santanché, llega al 2,4% aliada con Fiamma Tricolore. El Caimán ha vuelto.


Mientras el rumbo demagógico que marcó el país entre 2000 y 2005 se pone otra vez en marcha, asoman signos de que algunos usos y costumbres de la Italia fascista (1922-1943) están despertando sin que nadie haga nada por evitarlo. En tres años, de 2005 a 2008, se registraron 262 casos de violencia fascista contra jóvenes de los centros sociales, inmigrantes, gays, gitanos. Y más de cien actos vandálicos contra sedes de partido, lápidas y monumentos partisanos. Cada año, 600.000 italianos dejan su tarjeta de visita en la tumba de Benito Mussolini. Cada domingo, decenas de grupos de extrema derecha toman con sus gritos y su parafernalia nazi-fascista los centros de las ciudades con la excusa de animar a su equipo. Como en España, sí. Pero distinto. El discurso anticomunista de Berlusconi y la retórica racista de la Liga Norte resuenan a todas horas desde los medios del magnate de la televisión y forman una ensordecedora espiral de ruido y furia.


El éxtasis de la nostalgia fascista es la histórica victoria electoral del ex picchiatore (combatiente en las peleas callejeras contra los rojos de los años ochenta) Gianni Alemanno en la segunda vuelta de las municipales de Roma. Por primera vez desde 1943, un fascista (posfascista) se sienta en el capitolio de la Ciudad Abierta. Para festejarlo, sus seguidores suben hasta el Campidoglio haciendo el saludo romano. Berlusconi, que celebra el éxito sentándose en las rodillas a la abeja reina de las velinas, Sabine Began, hace una de sus ocurrentes bromas: "Somos la nueva falange romana".


Unas semanas más tarde, el 1 de mayo de 2008, Nicola Tommasoli, un diseñador gráfico de 29 años, es apaleado por un grupo de jóvenes neofascistas en el centro histórico de Verona. La razón: se había negado a darles un cigarrillo. Tommasoli muere en el hospital y la policía arresta a tres de sus agresores: Raffaele delle Donne, Guglielmo Corsi (ambos de 19 años) y Andrea Vesentini, de 20. Forman parte de un grupo de aficionados ultras del Verona, el Veneto Fronte Skinheads, y habían sido investigados antes por agresiones racistas. Un tribunal acaba de condenar a cuatro de ellos (Vesentini ha sido absuelto) a un total de 50 años de cárcel.


En la banda de Delle Donne, apodado Il Biondino, figuran 17 jóvenes ultras, skinheads y neofascistas; algunos, hijos de empresarios e industriales, otros, de obreros. Según el fiscal de Verona, Guido Papalia, "actuaban como la banda de La naranja mecánica, y esperaban encontrar, si no el aplauso, al menos la indulgencia de sus paisanos".


Verona, la ciudad de Romeo y Julieta, está regida con mano de hierro por un alcalde de la Liga Norte, Flavio Tosi, una de las estrellas emergentes de la formación padana. Tosi pide "penas ejemplares" para los culpables. En 2007, tras ser elegido con el 60% de los votos, había expulsado a los gitanos de la ciudad alegando que "perturbaban la belleza del centro histórico".


La banda se limita a seguir el ideario y el estilo impuesto por los alcaldes-sheriff que dominan el opulento Noreste italiano. Territorio Padania. Camisas verdes (título de otra película de Claudio Lazzaro sobre el racismo lombardo nunca estrenada en Italia). Ciudades-Estado contra los barbarrojas del Sur. Gente como Giancarlo Gentilini, hoy vicealcalde de Treviso, un tipo cordial y gritón, grande como un armario, considerado el regidor más fascista de Italia y que justo en aquellos días inicia, a sus 78 años, su cuarto mandato como sheriff.


En ocho años de alcaldía y cinco de vicealcaldía, la política de "tolerancia doble cero" de Gentilini se ha convertido en el modelo de la Liga Norte y el PDL de Berlusconi para afrontar el complejo fenómeno de la inmigración. "Han salido muchos sheriffitos, pero el auténtico sheriff soy yo", dice Gentilini a este diario en una entrevista realizada en mayo de 2008. Y añade: "Lo he hecho todo aplicando las enseñanzas del fascismo y el catolicismo".


Es decir: "Apliqué el Evangelio según Gentilini, la tolerancia doble cero y el respeto a las leyes. En tres meses desaparecieron los lavacoches y los mendigos, y en un año echamos a los vendedores de falsos de pacotilla y baratijas. Yo no soy xenófobo, pero odio a los camellos, a las prostitutas, el comercio de armas, y no puedo tolerar a los gitanos. De hecho destruí dos campamentos nómadas porque eran refugio de gente que robaba noche y día. No puedo consentir que niños gitanos de seis o siete años roben a nuestros ancianos".


No se trata de folclor. Más allá de la pintoresca pantalla de las velinas y las prostitutas convertidas en candidatas, la caza del gitano y el clandestino ha ocupado al Gobierno italiano durante el primer año de legislatura. Una ofensiva racial en toda regla, alentada por los medios de la derecha y tolerada por los del centro-izquierda, elaborada con medidas como el censo de la población romaní, menores incluidos, y con múltiples disposiciones represivas, todas ellas condenadas (sin mucho énfasis) por los organismos internacionales: continuo desmantelamiento de chabolas sin alternativa de realojamiento, malos tratos y vejaciones policiales, acusaciones falsas y detenciones ilegales, condenas judiciales sin pruebas, reglas contra la mendicidad que contemplan la exacción de los menores a sus familias, nula integración escolar...


Una persecución sistemática, disfrazada de labor humanitaria. No muy distinta, según la ONU, de la emprendida por Bulgaria o Eslovenia, y que, a pesar de las reiteradas condenas del Parlamento Europeo, ha logrado su objetivo principal: echar del país a los gitanos, rumanos sobre todo, hasta dejar una cifra testimonial. Según Roberto Malini, director de la ONG EveryOne, de los 165.000 gitanos que había residiendo en Italia en 2008, hoy quedan cerca de 35.000, italianos incluidos, y la presencia de rumanos se ha reducido al mínimo, "unos 3.000". "Con la excusa de la emergencia, el Gobierno ha dado 24 millones de euros para construir nuevos campamentos-guetos. Y el Consejo de Estado dijo el 5 de agosto que era legal la toma de huellas digitales y la obligación de portar tarjetas identificativas en el pecho con la palabra rom".


En vista del clima reinante, un aficionado ultra se permitió decir hace unos meses en una radio temática de aficionados violentos: "Personalmente, estoy en contra del odio a las personas de color del centro de África... Pero, sinceramente, un gitano destrozado a golpes de cadenas o torturado como un perro, me gustaría". Y añadía: "Qué desgracia que Hitler se preocupara sólo de los judíos y no mucho de ellos".


Si se observa de cerca, la política emprendida por el Gobierno Berlusconi frente a las minorías y los inmigrantes, con el Paquete de Seguridad impulsado por el ministro del Interior Roberto Maroni (Liga Norte), no ha tenido en estos meses gran cosa que envidiar al ideario de Forza Nuova. De hecho, eso afirma el propio portavoz romano de la agrupación (5.500 inscritos), Gianguido Saletnich, que ha respondido a un cuestionario por correo electrónico: "Este Gobierno ha hecho suyas muchas ideas de Forza Nuova, como el cierre de las fronteras a los clandestinos o el uso de militares para vigilar el territorio, cosas que habíamos propuesto nosotros primero en la campaña electoral".


Pero donde el sheriff Gentilini ha creado escuela es en el trato dispensado a los homosexuales. Él fue el primero que acometió una "limpieza étnica de maricones". Lo explicaba así en la entrevista: "Junto al hospital de Treviso hay un aparcamiento, y algunos vecinos vinieron a decirme que había allí hombres y mujeres que de madrugada pedían prestaciones. La gente estaba aterrorizada. Pedí a la comandante de la policía municipal que investigara, me dijo que, en efecto, había allí homosexuales, lesbianas y otras especies de esa categoría, dije que en tres días quería ese lugar liberado, los arrestamos, los identificamos e hicimos la limpieza. Dijeron que soy un homófobo, pero no es verdad. Cada cual es árbitro de su propio cuerpo. Soy incluso favorable a la prostitución libre, pero las efusiones amorosas no pueden realizarse en los espacios municipales. En clubes y casas, lo que quieran, pero sin penalizar a los ciudadanos. Me compararon con las leyes raciales de Hitler. Bah, un ardid para vender periódicos".


Algunos italianos parecen compartir las creencias de Gentilini sobre los homosexuales. En un país donde en nombre de la religión (y de la escasa valentía del centro-izquierda) todavía no hay una ley de parejas de hecho, los gays ya ni sueñan con ver reconocidos sus derechos. El sentimiento lo ejemplifica Roberto Fiore, líder de Forza Nuova, que en una arenga a sus chicos en la película Nazirock afirma: "Levantaremos las barricadas contra el matrimonio homosexual, los valores cristianos son valores santos, son valores príncipe".


En los últimos meses, la falta de reacción oficial ante los continuos ataques que ha sufrido la comunidad gay ha sembrado el pánico en ese sector de la población. Tras el encadenamiento de agresiones (más de 60 sólo este año) en Roma, Florencia, Milán y Nápoles a manos de encapuchados de extrema derecha, las asociaciones de homosexuales han denunciado que en el país "se ha instalado la licencia de agredir gracias a la deriva violenta de la falsa propaganda: un Decreto de Seguridad que no defiende a nadie, la instigación a la violencia escuadrista y la homofobia son las verdaderas alarmas sociales de este país".


El pasado 26 de agosto, una pareja de turistas gays fue agredida por un grupo de jóvenes en pleno centro histórico de Nápoles, ante la indiferencia general. Poco después, un grupo de homosexuales pidió asilo político de forma simbólica en el consulado español de Milán.


La batalla contra el diferente, todo tipo de diferente, es una reivindicación histórica de la Liga Norte. "Su racismo de taberna puso primero en el punto de mira al terrone, el paleto meridional; luego a los albaneses, los negros, los gitanos, finalmente los árabes", cuenta Claudio Lazzaro. La teoría de Gentilini sobre los musulmanes, que se inspira en viejos discursos de Umberto Bossi, líder de la agrupación, es ésta: "Hay que aplicar la religión de Estado eliminando los intentos de construir mezquitas, porque son lugares de encuentro y refugio de gente de la que no se sabe su identidad, ni de dónde vienen. Y es inútil que me digan que una mezquita es como una iglesia, porque ya sabemos que el islam persigue la eliminación del infiel, mientras el cristianismo se inspira en el perdón y la conversión".


La otra petición histórica de la Liga son las patrullas ciudadanas, la llamada justicia fai da te, que el Gobierno ha legalizado finalmente este año creando una encendida polémica. Las patrullas denotan una desconfianza ancestral en las fuerzas del orden estatales. "La Liga siempre ha aspirado a tener su propia policía para controlar el territorio", explica Lazzaro. "Las patrullas son el primer paso".


Berlusconi, que tantas veces ha deslegitimado a los jueces, y que recientemente ha acusado a los fiscales anti-Mafia de usar el dinero público para investigar historias que "sólo intentan hacer daño al país", ha recortado drásticamente los recursos destinados a las fuerzas de seguridad. Los sindicatos policiales han denunciado que nunca desde la II Guerra Mundial habían sufrido semejantes recortes.


A falta de policías, los sábados por la noche, con el buen tiempo, los jóvenes violentos de Verona patrullaban la ciudad en "rondas preventivas" contra los inmigrantes. Hacían la justicia por su cuenta. Pegaban a gente de color, a vendedores de khebab, a italianos del sur. "Les bastaba encontrar a uno que llevaba el pelo largo y la emprendían a golpes", dijo el fiscal de Verona.


El ataque al diseñador gráfico Tommasoli no tuvo siquiera connotaciones políticas. Según la fiscalía, se trató de un acto de violencia gratuita contra alguien que, simplemente, era diferente: "Aunque los agresores tienen símbolos nazis en casa, su única ideología es el odio al diferente", explicó el fiscal. "Al que no se viste como nosotros, no come lo mismo, no habla con nuestro acento, al que, según ellos, ofende el decoro de la ciudad".


"No nos drogamos, no bebemos, somos gente de orden", dijo Delle Donne tras entregarse a la policía. "Un buen chico sin vicios, hijo de la buena burguesía, estudiante, como tantos otros por estos lares que pensaban limpiar el mundo matando gente", apostilló el fiscal.


El Veneto Fronte Skinheads es una organización de extrema derecha "muy arraigada en el territorio". Por desgracia, no es la única. Un informe de los Servicios Secretos reveló hace unos meses que en Italia hay al menos 55.000 jóvenes y 65 grupos ultras de inspiración neonazi y neofascista actuando, sobre todo, en el norte, Trentino Alto Adige y Véneto, pero también en Emilia Romaña, Toscana, Lazio.


El director de la Policía de Prevención, Carlo de Stefano, aclara que el objetivo de esos grupos no tiene ya nada que ver con el fútbol: "Les mueve la violencia en sí misma, contra el distinto por el color de piel, el credo religioso o simplemente la manera de vestir". "No tienen valores culturales ni políticos", añade este jefe antiterrorista italiano, "salvo la discriminación, la xenofobia y el racismo".


El fenómeno preocupa cada vez más a la opinión pública. El libro-reportaje Oltrenero [Más allá del negro], del fotógrafo Alessandro Cosmelli y el reportero Marco Mathieu, cuyas poderosas fotos ilustra este texto; los ensayos de Saverio Ferrari, miembro del Observatorio Democrático de las Nuevas Derechas, o las películas de Claudio Lazzaro ponen de manifiesto que, como ha dicho el escritor siciliano Andrea Camilleri, creador del comisario Montalbano, "Italia nunca ajustó las cuentas con el fascismo, y éste está resurgiendo en formas nuevas".


Ferrari, autor de Le nuove camiccie brune [Las nuevas camisas pardas], que se editó en abril, habla de un salto de calidad y de cantidad en ese fenómeno: "Ha habido dos muertos y siete intentos de homicidio, ya no son sólo ataques contra las sedes de la izquierda. Ahora golpean a las personas: militantes jóvenes, homosexuales, inmigrantes, redskin. La característica fundamental es que cada vez más se ataca con cuchillos, método copiado de las curvas de los estadios, de las aficiones, que monopoliza la extrema derecha. El fenómeno se ha hecho cada vez más nazista y menos fascista, en línea con los otros países europeos. Los que quedaron fuera de la legitimación del posfascismo se han volcado hacia el nazismo, usan iconografías de las SS, copian modelos políticos de los viejos colaboracionistas, como la Guardia de Hierro rumana, y claman contra los judíos. Pese a todo, la derecha del Gobierno se sigue aliando con estos grupos, les sirve de contenedor, les ofrece espacio en el PDL y legitima el racismo y el fascismo. En Milán, hace unos días, Mario Borgezio, parlamentario europeo de la Liga, se ha aliado con un círculo neofascista llamado Cuore Nero".


Al mismo tiempo, la violencia en las ciudades es cada vez menos política, explica Ferrari. "Los jueces han detectado la presencia de bandas criminales en las curvas [de los estadios], que son lugares de comercio y negocios. Por ejemplo, en la afición del Inter, la Juventus, el Milan, que históricamente era más de izquierda y hoy está dominada por Los Guerreros Ultras, una banda criminal sin ideología. No estamos ya ante un fenómeno político cultural o deportivo, sino ante bandas de delincuentes que hacen negocios vendiendo entradas, droga, souvenirs. Aunque muchos grupos neofascistas han hecho proselitismo en los estadios".


Otro de los epicentros del fenómeno es Casa Pound, un movimiento y un centro social neofascista, llamado así en honor del poeta estadounidense Ezra Pound, situado en un edificio ocupado en 2003 en el barrio Esquilino de Roma. Su líder es Gianluca Iannone, periodista, ex miembro del Frente de Juventud (juventudes del Movimiento Social Italiano) y fundador de un sello discográfico independiente y de una banda de rock, los Zetazeroalfa. En sus conciertos, sus seguidores bailan mientras se pegan unos a otros con los cinturones. Iannone ha sido candidato a la cámara de diputados por Fiamma Tricolore y ha fundado Radio Bandera Negra.


El fútbol, el culto a Hitler, la música hardcore y el rock identitario, las ocupaciones de casas, la nostalgia del grupo Terza Posizione, que sembró el terror a finales de los setenta; el Blocco Studentesco, que reventó hace unos meses las protestas estudiantiles contra la reforma educativa del Gobierno; las agresiones continuas, las ideas de la Liga y de Forza Nuova elevadas a leyes de Estado, las frases revisionistas de Berlusconi sobre Mussolini ("no mató a nadie, mandaba a los opositores de veraneo"), y el férreo control de los medios de comunicación que ejerce el primer ministro conforman un panorama confuso, opaco, cada día más inquietante.


En Nazirock, una voz española, la de Manuel Andrino, jefe de Falange, hablando ante el congreso de Forza Nuova, aporta claridad: "¡Adelante, camaradas, hasta el exterminio total de los enemigos!".


"Legitimado, si no alentado desde el poder, cabalgando a lomos de la industria del miedo agitada por los medios de Berlusconi, y azuzado por la ignorancia, el nuevo fascismo italiano ha salido de las alcantarillas", afirma Claudio Lazzaro. "Pero sería erróneo afirmar que estamos en una dictadura y que Berlusconi es un neofascista. La historia no se repite nunca de la misma forma. Estamos frente a algo nuevo, ante una anomalía de los cánones de la democracia equivalente sin duda a lo que el fascismo representó en su día. Es un nuevo tipo de dictadura que trata de eliminar la separación de poderes y de esclavizar a la prensa. Es sin duda una deriva antidemocrática".


"Quizá se pueda llamar empresarismo autoritario", concluye Lazzaro, porque Berlusconi se comporta como un consejero delegado, y considera que la prensa y las televisiones son su órgano de información. En 15 años ha modificado el ADN de los italianos, ha sacado lo peor de nosotros y ya no nos reconocemos. Pero su técnica de marketing político es sencilla, estaba ya en Mi lucha, de Hitler: haz feliz al más ignorante, dirígete al más estúpido de la masa y así llegarás a los grandes números. Se trata de entenderlo, de darle un nombre y de combatirlo. Pero me temo que cuando lo hayamos entendido será demasiado tarde".