viernes, 30 de abril de 2010

El mundo invisible del odio sexual

publicado en EL NACIONAL ( Caracas) - Sexo sin tabú

Defendida por algunos desde su propia ignorancia y temores, la homofobia es un infierno para quien la padece pero también para el que la ejecuta

por Elizabeth Araujo

Ana levanta la falda y muestra en la pierna derecha la marca de la quemadura que semeja el mapa de su estado natal. Puede que el detalle resulte fortuito pero no gracioso. Cuando los padres de esta larense de 16 años de edad reviven los instantes de terror que la niña sufrió en diciembre de 2009, en el patio del colegio donde fue vejada por sus compañeros, se quiebran y no paran de llorar.

No es un hecho aislado ni tampoco el más grave. Pero el caso de Ana (nombre ficticio por obvias razones), arrojada a la hoguera cuando alguien leyó en su diario personal que le gustaban más las chicas que los varones, y merecedora por tanto de un cohetón que le impactó en la pierna, ilustra en qué consiste la homofobia.

Un odio cotidiano acendrado muchas veces en casa y reforzado por el condicionamiento cultural en una sociedad que festeja al padre estigmatizador de la conducta rara del hijo con la frase prefiero mil veces un hijo ladrón antes que maricón .

De gays, pollos y brujas.

Aun- que hay médicos que prefieren tildarla de enfermedad, la homofobia no posee categoría psiquiátrica y es vista como aversión o discriminación hacia hombres y mujeres homosexuales, extendida también a otras personas con diversidad sexual menos conocida.

El término fue acuñado por grupos de presión homosexuales, una vez detectado que el prejuicio cobraba fuerza como manipulación ideológica, y que los razonamientos para ese odio ayudaban a la demagogia política y en ocasiones al crimen. Se sabe que de las miradas agresivas y las palizas, la homofobia ha terminado, como sucede hoy en Irán, con ahorcamientos públicos y destierro de familias.

Sin ir muy lejos, ahí está el discurso de Evo Morales quien apeló a su homofobia socialista para alertar el peligro de los alimentos transgénicos y dictaminar que comer pollo provoca desviaciones en el hombre , indicó Milena Rodes, activista de una de las 11 organizaciones de defensa de los derechos de gays, lesbianas y transexuales en Venezuela, y cuyos archivos de denuncias leves y graves resumen un poco el país donde el Presidente hace gala de su machismo militar con chistes sobre esos muchachos raros de la oposición .

"La homofobia es un infierno para quienes la padecemos a diario, pero también lo es para quien lo ejerce , explicó José Leonardo Gamarra, alto ejecutivo de una empresa trasnacional que chocó contra la pared del prejuicio de la casa matriz y no logró ascender a gerente general, cuando una noche en un acto de justicia recriminó la actitud homofóbica de los empleados contra un compañero, y los retó a que hicieran lo mismo con él, que también era gay.

Del chiste al paredón.

Pero ¿es el venezolano homofóbico? Lamentablemente sí , aseguró Fernando Batoni, médico con más de 35 años en el área psiquiátrica, y que apoya su respuesta en recientes estadísticas que hablan de acentuación del rasgo homofóbico en los hombres, más que en las mujeres.

Para este miembro fundador de la Sociedad Psicoanálitica de Caracas, un patrón que mide el prejuicio homofóbico se expresa a través del chiste inofensivo, pero también en el comentario negativo y no pocas veces en el tono agresivo que adquiere la discusión cuando uno de los "adversarios" es gay o lesbiana.

"La persona que oculta su homosexualidad y que la gente dice que `permanece en el clóset', sufre mucho. Por una parte, quisiera expresar cómo es su propia humanidad, su propia identidad. Tiene la necesidad de ser reconocido; pero lo vencen las presiones sociales, que muchas veces ponen en peligro hasta su estabilidad laboral".

Sin dudas, Batoni no revela sus casos clínicos pero contribuye a divulgar las técnicas de valoración personal que se obtiene por vía del psicoanálisis.

"Parte del trabajo de un psicoanalista es hacer que la persona se reconozca a sí misma.

Ayudamos para que esa persona se encuentre y se ubique tal y como es. Desde luego, eso lleva un conflicto porque su expresividad implica una confrontación con la cultura. Una persona tiene que manejarse entre su propio sentimiento y su propia identidad, por una parte; y por otro lado la confrontación que le plantea la cultura", y añadió que muchos homosexuales se aíslan, mientras otros, con suficiente valor, como en el caso de Ricky Martin, lo dicen en público porque necesitan expresar su propia identidad, "quitándose de encima un gran peso de carga defensiva".

Sin que ello implique categorizar el rasgo homofóbico en la política, Batoni no deja de sentir tristeza por el comentario de Evo Morales, porque considera que un presidente que va a emitir una opinión, debe asesorarse, ya que eso le corresponde a los especialistas.

Batoni cree ver más bien en esos mecanismos de defensa una excusa a propias actitudes homosexuales.

"En términos psicoanalistas, todos tenemos un núcleo de bisexualidad, porque la bisexualidad es la tendencia natural que cada quien trae.

Después de eso, la historia personal y las relaciones tempranas de cada quien, orientan a las personas hacia una tendencia sexual u otra. Pero toda persona tiene un núcleo que no nos molesta en lo absoluto, sino que en los hombres se manifiesta en la capacidad de tener amigos hombres y en la mujer la capacidad de tener amigas mujeres; pero es la misma actitud de cada quien la que va a prevalecer".

Batoni hace la salvedad de que detrás de las acritudes homofóbicas de gobernantes como Morales y Ahmadineyad existe una ignoracia crasa. Del mismo modo, reconoce la valentía de aquel político y activista gay, convertido en el primer homosexual en ser elegido para un cargo público en EEUU, murió asesinado en 1978 no sin antes decir: "Mi nombre es Harvey Milk, soy homosexual, si una bala atraviesa mi cerebro, dejad que esa bala destruya las puertas de todos los armarios".

Envíe sus preguntas y comentarios a sexosintabu@el-nacional.com

lunes, 19 de abril de 2010

Pareja de ancianos gay es separada contra su voluntad y maltratada por no ser "familia".

Fuente : Ambiente G ( con adiciones de Diario de Lima Gay)


Clay y Harry son una pareja de gays mayores que llevan 20 años juntos. Sabiendo que las leyes de su país, Estados Unidos, no los apoyaban hicieron todo lo legalmente posible para que se acatara su voluntad, pero no lo consiguieron.

Cuando sucedió esta historia Harold, que tenía 88 años, estaba enfermo y al cuidado de Clay, de 77 años, que goza de buena salud. Pero una noche Harold se cayó en los escalones de la entrada de su casa y tuvieron que llevarlo al hospital. Ahí empezó su calvario.

Según lo estipulado por Harold, los médicos deberían haber consultado a Clay pero, en vez de eso, a Clay no se le permitió ver a su pareja. Pero la cosa fue más allá: el Condado de Sonoma en California tomó el control de las finanzas de Harlod saltándose a la brava los poderes legales que tenia Clay y envió a ambos hombres a dos residencias geriátricas diferentes separándolos.

El siguiente paso del condado fue subastar todas las propiedades de la pareja y finalizar el contrato de arrendamiento de su hogar impidiendo que Clay siga viviendo en la casa que compartían.

Finalmente Harold murió tres meses después de que empezara todo sin que le fuera permitido que Clay lo acompañara durante todo ese tiempo. Además, como el estado se ha desecho de todas sus propiedades, sólo le queda una fotografía de Harold como recuerdo de los 20 años que han estado juntos.

Finalmente y gracias a la ayuda de Anne Dennis o, una abogada del condado de Santa Rosa, Clay ha conseguido que le dejen salir del geriátrico y, con el apoyo de un grupo de abogados, en julio se celebrará el juicio en contra del Condado de Sonoma, la casa de subastas y la residencia geriátrica.

Esperemos que Clay gane en la corte aunque, lamentablemente, nunca le podrán restituir los tres últimos meses de vida de su pareja o los recuerdos de toda una vida juntos.

Este tipo de historias que ponen la piel de gallina son más frecuentes de lo que parece. Y aunque ebn California existe el "domestic partnership" que otorga "casi" los mismos derechos del matrimonio...esta claro que NO es un matrimonio.

Cuando luchamos por la visibilidad no sólo hemos de hacerlo por los que nos siguen, sino también por nuestro futuro y el de nuestros mayores, para que no nos pase algo parecido a lo que han tenido que sufrir Harold y Clay.

viernes, 9 de abril de 2010

El abuso sexual cultural y la Terapia Afirmativa Gay

por Alfredo Carrión - 08 de Abril de 2010

Entendemos por abuso sexual a cualquier actividad de índole sexual o erótica sin consentimiento de alguna de las partes, incluyendo actos de penetración, palpación del cuerpo, exposición o conductas de tal estirpe. Este comportamiento, además de inapropiado, es completamente ilegal en la mayoría de los países del mundo, y sin embargo hay un tipo de abuso sexual que no ha sido aún condenado por ley: el abuso sexual cultural.

El concepto de “abuso sexual cultural” es uno de los temas de debate y tratamiento en la Terapia Afirmativa Gay (TAG o GAT, por sus siglas en inglés). El mismo describe un trauma que afecta a gays y lesbianas a lo largo de su niñez y adolescencia, reapareciendo en su juventud luego como una verdadera amenaza para la conformación de su identidad sexual y su formación psicosexual. Se trata nada menos que de una forma de opresión, un verdadero terrorismo que implica el maltrato cultural al que muchos miembros de la comuna LGBT han sido expuestos a lo largo de su niñez, su adolescencia y su proceso de conformación como individuos. Estamos hablando de insultos, maltratos, e incluso de mandatos que empujan a niños y niñas LGBT a vivir escondiendo las características de su identidad, para amoldarse a una sociedad preconcebida.

Joe Kort, un pilar de la GAT, define al abuso sexual cultural como el conjunto de ataques y hostigamientos hacia la expresión de la identidad sexual de una persona, mediante agresiones verbales, emocionales, psicológicas y hasta físicas. Este arsenal de maltratos, cuando son aplicados de manera crónica a un niño o adolescente, configuran una seria amenaza para su desarrollo sexual y emocional, y también son modeladores de conductas y hasta de la forma en la que ellos perciben al mundo que los rodea.

Debemos comprender esta noción en un sentido amplio. No nos referimos únicamente al abuso sexual per se, sino a un gran conjunto de situaciones, eventos y conductas que no siempre se producen con intenciones de malicia. El abuso sexual cultural supone una violación también a la confianza, un abuso del poder de una persona sobre otra, y propone una situación de dominación y humillación, o al menos sumisión. Una vez más: comprendemos aquí los casos de agresión verbal, emocional o física (golpes, violación sexual convencional, insultos y burlas, entre otros), pero también incluimos acciones que pudieran ser percibidas como inocentes o cotidianas. Los niños no han de jugar con muñecas, las niñas han de usar vestidos y jugar con maquillajes, los niños no han de tomarse de las manos ni tener contacto físico o emocional con sus amigos y compañeros, las niñas no han de mostrarse sino como las hacedoras del hogar y de la familia. Durante la adolescencia estos mandatos continúan, en lo que convencionalmente puede describirse como “formación paternal o maternal”: si eres hombre, debes invitar a una niña, y siempre pagar la cuenta; si eres mujer, debes mostrarte siempre femenina y casi débil, “de lo contrario nadie te querrá”.

Estas simples frases de formación paternal pueden ser cruciales para la conformación de la identidad social y sexual de un individuo. Sin ánimos de ofensas ni maltratos, muchos padres y madres inculcaron en sus hijos valores de una sociedad preformada, en la que los hombres traen el dinero a la casa y las mujeres se encarga de criar a los hijos, en a que está mal abrazar a tu amigo si está triste, en la que el cuerpo es motivo de vergüenza, en la que la exploración sexual es una conducta condenada.

Y claro, este mal se intensifica (duplica, cuadruplica o se lleva a la enésima potencia) si el abuso sexual cultural es directo, expuesto y agravado. Hablamos aquí de maltratos físicos, toques del cuerpo, exposición y hasta sometimiento, adrede o no. Desde el golpe de los compañeros en la escuela ante una conducta homosexual, hasta castigar a un niño por elegir una muñeca antes que un auto a escala para jugar: todo esto configura un tipo de abuso de consecuencias nefastas para los individuos, y en particular para los niños y niñas LGBT.

Desde pequeños recibimos mensajes imponentes de nuestros padres, de la Iglesia, de la sociedad toda, diciéndonos que la homosexualidad es un comportamiento inapropiado, o que debemos cumplir con los estándares. Se espera de nosotros que seamos “la clase correcta” de hombre o de mujer, según lo que resulte culturalmente adecuado. Y esto es una forma de abuso hacia todos: es lo que intenta quitarte tu propia identidad, ya sea que fueras homosexual o heterosexual. Per imaginemos por un momento el mundo de las artes, ¿qué hubiera sucedido si los padres de Dalí le hubieran prohibido expresarse mediante la pintura? ¿Y si le hubiesen dicho a Pavarotti que la ópera era sólo para afeminados? El mundo entero hubiera quedado privado de un arte único… sin razón aparente.

Es que el abuso sexual cultural ataca en lo más profundo. Las heridas corporales sanan, eventualmente, pero las emocionales perduran y moldean corazas, caretas, la necesidad de esconder la verdadera identidad y el rechazo hacia la intimidad en muchos casos. Patrick Carnes aportó al respecto algunos comentarios sobre las nefastas consecuencias del abuso sexual cultural: la noción de que la homosexualidad te hace ser una persona indeseable y sin valor, que trabar lazos con personas de tu mismo género te hace vulnerable y débil, que el mundo es un sitio peligroso si tienes comportamientos tendientes hacia lo homosexual.

Lo cierto es que crecer bajo el manto hostigante del abuso sexual cultural puede –probablemente, lo hará- conformar en tu identidad conductas depresivas y antisociales, puede provocar rechazo hacia a propia identidad, puede trabar tu capacidad para conectarte con el mundo que te rodea. Por fortuna, todo problema tiene su solución, o al menos su alivio. Entre ellas, la terapia afirmativa gay es una de estas herramientas disponibles para reestructurar tu confianza, fortalecer tu identidad social y sexual, y comenzar a liberarte de aquellos monstruos que vivían debajo de tu cama.

Este artículo se basa en el libro “Gay affirmative therapy for the straight clinician – The essential guide”. Joe Kort, 2008. W. W. Norton & Company, Inc.

Tomado de: http://alfredocarrion.com/2010/04/%C2%BFeres-una-victima-del-abuso-sexual-cultural/#more-1227

lunes, 5 de abril de 2010

Salida del closet de Ricky Martin anima a jovenes lesbianas y gays a hacer lo mismo.

Por Gisele Sousa Dias para Clarin.com (Argentina)

Luego que el cantante asumiera su homosexualidad, en Argentina crecieron las consultas de jóvenes que no saben cómo revelar su orientación sexual. El fenómenos se estaría dando también en otros países de América Latina.


Que haya que salir a "confesar" públicamente la orientación sexual cuando las presiones sociales acorralan, es discutible. Pero quienes transitaron por ese túnel de aceptación, saben que cuando un personaje público decide "salir del clóset" y sostenerlo con orgullo, ayuda a quebrar otro pedacito del prejuicio ¿antiguo? del gay como alguien enfermo, pervertido, pecaminoso. E

n la Argentina, ya lo había hecho Julio Bocca cuando le contestó a Lanata "no soy gay, soy de los dos". Ya lo había hecho el periodista Osvaldo Bazán: "Siguiendo una tendencia que los famosos apuntan, alguien anunciará su condición gay. Como el autor de esta nota", había escrito en una revista. Y Fernando Peña, que pedía que lo saludaran por la calle "hola, puto lindo", que tenía un espacio en la radio para que los gays llamaran y jugaran al "puti frutti" y otro para que los "tapados" gritaran con nombre y apellido "soy putooo". Esta semana, Ricky Martin dijo "soy homosexual" y se reavivó el movimiento del "coming out".


La Comunidad Homosexual Argentina (CHA), que tiene un manual llamado "Salí del clóset", recibió en esta semana corta 30 consultas de jóvenes que pedían ayuda para "blanquear" su orientación sexual. "Esto sólo había pasado en casos puntuales, como cuando Juan Castro o Julio Bocca revelaron su orientación sexual en los medios", recordó Pedro Paradiso Sottile, encargado del área jurídica. "Y pasó algo que es mucho menos frecuente: algunas de las consultas fueron de padres que se dieron cuenta de que tienen un hijo o una hija gay pero no saben cómo hablar con ellos".

Cada jueves, en la ONG "La Fulana" unas 50 mujeres lesbianas y bisexuales se juntan a reflexionar: "Hay muchas chicas que vienen en secreto porque todavía no saben cómo contárselo a sus familias. Salir del clóset es un proceso doloroso pero liberador a la vez: es asumir el riesgo de que las echen de sus casas, de que sus viejos no les dirijan más la palabra o que las echen del trabajo. Este miedo es muy común en las docentes", cuenta su coordinadora, Claudia Castro.

Es que los que esperan fuera del clóset, también tendrán su proceso: "El otro día, una chica contaba que su mamá le dijo 'prefiero que seas prostituta antes que lesbiana'. Los padres necesitan tiempo para entender que les puede tocar un hijo gay. Y a ellos nadie les enseñó cómo se hace".

Pero el problema no es sólo el afuera: "En muchas aparece la 'lesbofobia internalizada', que es el rechazo a su identidad sexual. Dicen 'yo estuve una sola vez con una mujer', hasta que se terminan aceptando. Incluso vienen muchas que reprimieron, se casaron y tuvieron hijos y ahora están tratando de liberarse de los mandatos sociales, como "ser hétero' o 'tener una familia", cuenta. Graciela Balestra, psicóloga de la ONG "Puerta Abierta", suma: "La mayoría dice 'a mi mamá no se lo puedo contar porque es muy mayor' o 'soy el único hijo varón y les corto el apellido'. Suele ser más fácil para los que tienen que contárselo a sus hijos porque los chicos no están contaminados con los prejuicios con que crecimos los grandes".

"Al principio los padres lo niegan, creen que es cosa de adolescentes. Pero la orientación sexual no es algo que se elige, como ser abogado o hincha de River. Y ellos pueden ayudarlos: no es lo mismo que digan 'qué valiente Ricky Martin' a que digan 'otro puto de mierda", dice Sottile. Es que él vivió eso de creerse los prejuicios: "Cuando era chico lloraba delante del espejo y me buscaba manchas rosas en la piel. Todas las noches. Pensaba que como era gay tarde o temprano iban a aparecer. Con poco, los padres pueden hacer que sus hijos no vivan así".

Christian Chávez, activista y músico

por Lucero Calderón para EXELCIOR (México)

Acaba de lanzar su disco como solista y dedica su energía a su carrera artística, pero el ex RBD también se da tiempo para participar en campañas internacionales contra la homofobia

La vida de Christian Chávez cambió radicalmente desde hace tres años tras declarar que es homosexual. El respaldo por parte de la Comunidad Lésbico Gay fue inmediata y las invitaciones para dar conferencias, recibir reconocimientos o ser la imagen de campañas para prevenir el VIH sida, fueron prioridad en su agenda laboral.

Siguiendo la línea del activismo en favor de los homosexuales, el ex RBD aceptó, hace un par de semanas, ser la imagen para una campaña de la Alianza Gay y Lésbica Contra la Difamación, GLAAD (The Gay & Lesbian Alliance Against Defamation, por sus siglas en inglés), organismo con sede en Los Ángeles, California, que busca dignificar y reposicionar la figura de los homosexuales en el ámbito social y cultural, a través de una cruzada internacional contra la homofobia.

Según lo expresado por Chávez, quien comentó que desde hace dos años ha estado trabajando de forma cercana a esta organización sin fines de lucro, será a mediados del presente año cuando se inunden los medios de comunicación con spots en los que él como imagen central, hable de tolerancia, aceptación y respeto por los homosexuales.

“Es una gran cadena de ayuda para todos los que son gays. Siempre he creído que la ignorancia es el peor enemigo del ser humano y por eso estoy convencido de que hay que educar a la gente para que voltee, acepte y respete a todos los que son diferentes. Para mí ser parte de este tipo de campañas es vital, es una lucha constante en la cual seguiré sin dudar”, precisó Chávez.

Sin ataduras

Christian Chávez supo que era homosexual desde temprana edad. Por miedo, resguardó su secreto durante varios años hasta que a los 17 se acercó a sus padres y les dijo que era gay. Supo que ese momento sería crucial en su vida, pues por fin se quitaría las ataduras y podría actuar con libertad; sin embargo, sabía que la noticia le caería de golpe a sus mentores.

Por eso ahora Chávez, a diez años de distancia de que se abriera en cuanto a sus preferencias sexuales con su familia, sabe que es necesario orientar a todos aquellos padres que no saben qué hacer cuando reciben una noticia de tal envergadura.

Así que a través de PFLAG (Parents, Families and Friends of Lesbians and Gays, organismo que existe en Estados Unidos desde la década de los 70 y que apoya la diversidad sexual) y de El Armario Abierto, en México (centro dedicado a la educación integral para la salud sexual), Christian ha llevado a cabo una serie de acciones y charlas en las que ha tratado de orientar a esas familias primerizas en temas de homosexualidad.

Incluso su madre, la señora Oliva Chávez, le acompañó a varias sesiones tanto en PFLAG como en El Armario Abierto en las que compartió con otros padres la experiencia de ser mamá de un chico abiertamente homosexual.

“Ella se ha involucrado muchísimo conmigo y ha estado en esta lucha de manera constante. Es padre sentir el respaldo de tu familia y ella me ha acompañado en este viaje”, detalló quien estuviera casado con un canadiense durante cuatro años.

La adopción, un tema delicado

En cuanto a la aprobación y entrada en vigor de la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo en la Ciudad de México, Christian se dice complacido por el cambio y apertura que se está dando en la sociedad mexicana frente a la diversidad sexual. Aunque sabe que hablar de la adopción por parte de parejas del mismo sexo es un tema delicado en nuestro país, sí externa un respaldo a quienes con este acto buscan ayudar a un niño necesitado.

“Hay niños muy solos que necesitan amor. Mucha gente cuestiona eso porque piensa que si un pequeño crece con gays se va a volver uno de ellos. Yo no crecí con gays, mis papás no lo son y soy homosexual. La gente critica que quieran adoptar y yo me pregunto ¿por qué no cuestiona a todos esos padres heterosexuales que ejercen la violencia o que abusan sexualmente de sus hijos? Creo que hay bastante incongruencia”, remarcó el tamaulipeco.

Debuta en solitario

El intérprete mezcla su activismo social con el ámbito musical. Hace un par de semanas lanzó al mercado su primer disco como solista, Almas transparentes, en el que el pop es su carta de presentanción. Los diez cortes que se produjeron en Italia bajo la batuta de Loris Ceroni, quien ha estado detrás de artistas como Natalia Lafourcade e Iskander.

En los próximos meses el también actor de telenovelas como Clase 406 y Rebelde se enfocará en la promoción de este material discográfico, que marca su debut como solista después de estar cuatro años como integrante del grupo RBD.