sábado, 19 de marzo de 2016

El fotografo Nelson Morales captura las imagenes de las mujeres trans de América Latina

TETU

Desde hace varios años, Nelson Morales fotografía las comunidades trans en América Latina. Él nos habla de esta aventura.

El fotógrafo mexicano gay Nelson Morales ha investigado en América Latina para entrar en con la cultura la cultura queer en las comunidades indígenas de México y Colombia. Su objetivo ha sido capturar imágenes de mujeres trasn (FTM) en México y el Amazonas durante los últimos seis años:

"Empecé con la fotografía documental en mi región, captando imágenes de las personas y la cultura para contar historias (...), mostrar nuestra riqueza. Durante este proceso me encontré con un sujeto con una resonancia especial para mí: los muxes.


Los muxes, la comunidad transgénero de México

Los muxes (o muxhes, transcripción zapoteca de mujer en español) son la comunidad homosexual zapoteca de Oaxaca, en el sur de México. Según ha explicado el fotógrafo, los muxes viven en un cuerpo masculino, pero se sienten mujeres, y son más aceptados y tolerados que en el resto del país. Ya en la década de 1980, la fotógrafa Graciela Iturbide las sacó a la luz a través de una serie de retratos dedicados a Magnolia, uno de las prieras muxes que se hicieron conocidas. Nelson Morales, lha reanudado este trabajo sobre las muxes tomándolo como un reto artístico, técnico y también personal:

"Cuando descubrí mi preferencia (homosexual), me negaba a ser uno de ellos (una muxe) porque yo no quería travestirme o cambiar mi identidad. A través de la fotografía, me encontré con un lugar especial en este grupo, convirtiéndose en un cómplice, un amigo".
 
 
Nueva luz sobre el género y la sexualidad

En varias series fotográficas, el fotógrafo rinde homenaje a la singular comunidad indígena muxes y también a los ticunas, población colombiana que manifiesta asi mismo una expresión liberada de la feminidad. A veces camp, a veces barroca, la obra de la artista es un canto a la diversidad sexual  a través de los encantos de un viaje donírico como le confió en los medios de comunicación españoles en 2015:


"Mi tema es la sexualidad. En el caso de las muxes, entré en sus sueños y fantasías durante cinco años, y yo quiero mostrarlas abiertamente, de acuerdo con una puesta en escena tanto libre como erótica y sensual.

Después de enfocarse las comunidades trans en México y Colombia, Nelson Morales está ahora trabajando en una serie de autorretratos. En el mercado del arte, sus fotografías de muxes se venden por varios miles de dólares, y el artista está a punto de publicar su primer libro.
Para seguir su trabajo, visite su sitio web y su cuenta de Instagram.

martes, 15 de marzo de 2016

La Generación Z (entre 13 y 20 años) rechaza las etiquetas referidas a la sexualidad y el género.




Según un estudio  realizado en los Estados Unidos, la mayoría de los jóvenes no se consideran estrictamente heterosexuales ni asignados a categorías de género fijas.

La "Generación Z", una subdivisión de los "millenials" que agrupa a las personas nacidas después de 1995, sería más queer que sus predecesoras de acuerdo a un estudio realizado por J. Walter Thompson Innovation Group  entre los jóvenes estadounidenses de  13 a 20 años de edad.

Se desvanece la oposición homo-hetero

En este estudio se pidió a los individuos ubicarse  en una escala de cero a seis años, donde el cero significa una estricta heterosexualidad, y el  seis, estricta homosexualidad.

Esta cuestión ya había sido planteada en la década de 1950 por el sociólogo norteamericano Alfred Kinsey. Sus resultados le habían permitido establecer en 1953, que en contra de la aparente oposición entre la homosexualidad y  heterosexualidad, la gama de orientaciones sexuales se parecía a más a un n continuo que a una clara separación entre homosexuales y heterosexuales. Un enfoque que se ha confirmado hoy entre los más jóvenes.

De hecho, según el estudio realizado por J. Walter Thompson Innovation Group, sólo el 48% de los individuos de  13-20 años de edad se consideran "exclusivamente heterosexual"; cifra que aumenta a 65% para el grupo de edad 21-34 años.

Además,  más de un tercio de los generación Z se posicionaron entre los números 1 y 5, es decir, que no se definen a sí mismos como exclusivamente homosexuales o exclusivamente  heterosexuales, sólo un cuarto de la generación anterior se definió en ese rango .


¿El fin del género binario?

Mas de un tercio de los jóvenes de entre 13 y 20 años admiten que la identidad de género ya no se define a los individuos como era el caso antes. Sólo el 28% de sus mayores comparte esta opinión.
Son también más numerosos los  adolescentes (más de la mitad) que conocen en su entorno individuos que se definen con pronombres neutros como "ze"(en vez de he o she).

Por otra parte, mientras que la mayoría de los adultos jóvenes compra ropa diseñada para su identidad de género, sólo al 44% de los adolescentes les satisface esta dicotomía. Lo mismo ocurre con otros productos como perfumes y desodorantes.

Por último, si la idea de baños neutros les agrada a la mayoría de las personas entre 15-35 años de edad, los y las más jóvenes son mas favorables a esta medida, un 70% contra 54% entre los y las de 21- 35.

¿Hacia una mayor igualdad?

La generación más joven, influida por el recuerdo de la liberación sexual, acompañada de la equiparación gradual de los derechos formales entre heterosexuales y homosexuales, y alimentada por los estudios de género (y la lectura de la inevitable Judith Butler en los EE.UU.) parece trascender las categorías de género y orientación sexual, y proporcionar un modelo más queer para los años venideros.

Ya sea que se trate de real apertura mental o simple desgano, la generación Z estadounidense abre el camino a lo que parece ser una sociedad más igualitaria.

"Es cierto que los Millennials son progresistas en cuestiones de género, cambiaron la conversación nacional sobre el matrimonio entre homosexuales, por ejemplo",dice Shepherd Laughlin , director de predicción de tendencias en el Innovation Group. "Pero la Gen Z va más allá, mostrando una visión mucho más matizada y no binaria del género, que presenta profundas implicaciones tanto para su identidad personal como para los productos que compran".