por Dustin Lance Black
Publicado en http://www.dustinlanceblack.com/barred-from-god-legal-but-immoral/
Verson en Español traducida por Jorge Alberto Chávez Reyes
Mientras que los estadounidenses LGBT y sus aliados hemos estado celebrando nuestro duramente ganado derecho a casarnos, un pequeño pero muy ruidoso grupo de gente ha estado luchando en contra. Bajo el pretexto de la "libertad religiosa", algunas organizaciones conservadoras están tratando de socavar la decisión del Tribunal Supremo en Obergefell v. Hodges, ya sea reclamando exención o erróneamente haciendo la predicción de que la igualdad matrimonial para lesbianas y gays provocará un asalto sobre el cristianismo. El senador Ted Cruz ha descrito el matrimonio entre personas del mismo sexo como uno de las "mayores amenazas" a la libertad religiosa en la historia estadounidense , una visión delirante que sería divertida si no fuera candidato a presidente. Nuestro derecho al matrimonio es ahora constitucional, pero sólo se necesita mirar la lista de candidatos presidenciales republicanos para ver que el camino hacia la plena comprensión y aceptación está lejos de haber terminado.
Donde yo crecí, en el sur, la iglesia era el corazón de la comunidad. Era donde los vecinos se encontraban, donde se educaban los niños, donde las personas se reunian para celebrar el nacimiento, el amor y para darse consuelo cuando ocurria una pérdida. Negar a cualquier grupo de los beneficios de la religión, de un sentido de pertenencia, de apoyo, de curación e inspiración cualidades es una triste corrupción de los valores religiosos y comunitarios. Hiere a los individuos. Daña familias.
Mi esperanza: que los fieles de los Estados Unidos de América llegarán a darse cuenta de que, aunque no es ilegal, dejar a las personas LGBT sin el consuelo y la protección de nuestras instituciones religiosas, es anticristiano e inmoral.
Nuestro primer obstáculo será disipar las mentiras que los republicanos habientos de votos están extendiendo. La Primera Enmienda consagra el libre ejercicio de las creencias religiosas, lo que significa que en los Estados Unidos, como en todos los demás países con igualdad matrimonial, las denominaciones individuales son libres de abrazar a sus congregantes LGBT o continuar estigmatizandolos y condenandolos al ostracismo. El establecimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo no obliga a un sacerdote católico a oficiar una boda gay, sin embargo, si demanda los funcionarios públicos lo hagan. Los gobernadores de Mississippi y Kentucky están haciendo su deber, entonces, cuando le recuerdan a los magistrados y empleados que se niegan a casar a parejas del mismo sexo, que hicieron un juramento de defender la Constitución. De hecho, la misma enmienda que protege la libertad religiosa también expresamente se opone a que el gobierno imponga una religión en el pueblo estadounidense. De esta manera, los cristianos y las personas LGBT están legalmente a salvo de las imposiciones de unos a otros ... a pesar del daño y la incomprensión que tales divisiones inevitablemente crearán.
La verdad es que el cristianismo que divide predicado por gente como Mike Huckabee y Rick Santorum está profundamente fuera de sintonía con el verdadero espíritu cristiano, con la comprensión actual de las personas LGBT, y con el público estadounidense. Jesús nos dijo que siguiéramos la regla de oro y amáramos a nuestro prójimo. Pasó su tiempo no con príncipes y sacerdotes, sino con los que la sociedad había rechazado. Enfocarse en los ejemplos bíblicos de intolerancia y la persecución es perder el objetivo. La Biblia está llena de genocidio, poligamia y esclavitud, pero la religión de hoy se centra en los mensajes positivos y perdurables, no en aquellos contrarios a los valores que hemos llegado a conocer a través de una mayor comprensión humana, y son pocos los grupos que hemos llegado a entender mejor en el pasado medio siglo que la comunidad LGBT. Ese conocimiento debe prestarse al amor y comprensión, no a ataques arteros de los que dicen representar a Dios.
Crecí Mormón y Bautista del Sur, dos denominaciones que tienen un largo camino por recorrer todavía en términos de aceptación. Pero la esperanza es visible, sobre todo entre los creyentes de a pie. Las encuestas muestran que la intolerancia que los políticos y líderes religiosos continúan vomitando está cayendo en oídos sordos. Una mayoría de cada denominación religiosa en Estados Unidos apoya el aumento leyes contra la discriminación de las personas LGBT: el 71% de los católicos y el 60% de los evangélicos. Increíblemente, las leyes de "protección" religiosas que los republicanos están introduciendo por en todo el país, leyes que permitirían a las empresas negar un servicio a las personas homosexuales por motivos religiosos, son rechazadas por la gran mayoría de aquellos cuyos intereses dicen estar defendiendo (63% de los protestantes y 64% de los católicos). En general, los evangélicos son quienes promueven estos proyectos de ley , pero incluso entre ellos incluso, sólo el 51% de sus congregantes las apoyan. Así que tal vez los fieles comprendan el espíritu de Cristo más que sus llamados líderes.
A principios de este verano, los demócratas introdujeron la Ley de Igualdad, una ley federal que extendería la Ley de Derechos Civiles de 1964 para incluir plenamente a las personas LGBT. Los conservadores, sin duda, tratarán de utilizar la religión como excusa para evitarlo. Pero nosotros, los que creemos que la religión y las y los LGBT ppdemos ir mano con mano, que la fusión de ambas comunidades sólo fortalecerá nuestra sociedad, somos la mayoría. Sólo tenemos que hablar y dejar que nuestro amor termine con el malentendido, el alarmismo, la angurría de votos, y el odio.
Las organizaciones religiosas legítimas en nuestro país no se verán obligadas a cambiar su postura sobre las personas LGBT, ni deberían. Pero por nuestro bien, espero que estas instituciones comenzarán a escuchar, amar, y abrir sus puertas a mis hermanos y hermanas que buscan el consuelo y sentido de comunidad que la religión nos da.
Verson en Español traducida por Jorge Alberto Chávez Reyes
Mientras que los estadounidenses LGBT y sus aliados hemos estado celebrando nuestro duramente ganado derecho a casarnos, un pequeño pero muy ruidoso grupo de gente ha estado luchando en contra. Bajo el pretexto de la "libertad religiosa", algunas organizaciones conservadoras están tratando de socavar la decisión del Tribunal Supremo en Obergefell v. Hodges, ya sea reclamando exención o erróneamente haciendo la predicción de que la igualdad matrimonial para lesbianas y gays provocará un asalto sobre el cristianismo. El senador Ted Cruz ha descrito el matrimonio entre personas del mismo sexo como uno de las "mayores amenazas" a la libertad religiosa en la historia estadounidense , una visión delirante que sería divertida si no fuera candidato a presidente. Nuestro derecho al matrimonio es ahora constitucional, pero sólo se necesita mirar la lista de candidatos presidenciales republicanos para ver que el camino hacia la plena comprensión y aceptación está lejos de haber terminado.
Donde yo crecí, en el sur, la iglesia era el corazón de la comunidad. Era donde los vecinos se encontraban, donde se educaban los niños, donde las personas se reunian para celebrar el nacimiento, el amor y para darse consuelo cuando ocurria una pérdida. Negar a cualquier grupo de los beneficios de la religión, de un sentido de pertenencia, de apoyo, de curación e inspiración cualidades es una triste corrupción de los valores religiosos y comunitarios. Hiere a los individuos. Daña familias.
Mi esperanza: que los fieles de los Estados Unidos de América llegarán a darse cuenta de que, aunque no es ilegal, dejar a las personas LGBT sin el consuelo y la protección de nuestras instituciones religiosas, es anticristiano e inmoral.
Nuestro primer obstáculo será disipar las mentiras que los republicanos habientos de votos están extendiendo. La Primera Enmienda consagra el libre ejercicio de las creencias religiosas, lo que significa que en los Estados Unidos, como en todos los demás países con igualdad matrimonial, las denominaciones individuales son libres de abrazar a sus congregantes LGBT o continuar estigmatizandolos y condenandolos al ostracismo. El establecimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo no obliga a un sacerdote católico a oficiar una boda gay, sin embargo, si demanda los funcionarios públicos lo hagan. Los gobernadores de Mississippi y Kentucky están haciendo su deber, entonces, cuando le recuerdan a los magistrados y empleados que se niegan a casar a parejas del mismo sexo, que hicieron un juramento de defender la Constitución. De hecho, la misma enmienda que protege la libertad religiosa también expresamente se opone a que el gobierno imponga una religión en el pueblo estadounidense. De esta manera, los cristianos y las personas LGBT están legalmente a salvo de las imposiciones de unos a otros ... a pesar del daño y la incomprensión que tales divisiones inevitablemente crearán.
La verdad es que el cristianismo que divide predicado por gente como Mike Huckabee y Rick Santorum está profundamente fuera de sintonía con el verdadero espíritu cristiano, con la comprensión actual de las personas LGBT, y con el público estadounidense. Jesús nos dijo que siguiéramos la regla de oro y amáramos a nuestro prójimo. Pasó su tiempo no con príncipes y sacerdotes, sino con los que la sociedad había rechazado. Enfocarse en los ejemplos bíblicos de intolerancia y la persecución es perder el objetivo. La Biblia está llena de genocidio, poligamia y esclavitud, pero la religión de hoy se centra en los mensajes positivos y perdurables, no en aquellos contrarios a los valores que hemos llegado a conocer a través de una mayor comprensión humana, y son pocos los grupos que hemos llegado a entender mejor en el pasado medio siglo que la comunidad LGBT. Ese conocimiento debe prestarse al amor y comprensión, no a ataques arteros de los que dicen representar a Dios.
Crecí Mormón y Bautista del Sur, dos denominaciones que tienen un largo camino por recorrer todavía en términos de aceptación. Pero la esperanza es visible, sobre todo entre los creyentes de a pie. Las encuestas muestran que la intolerancia que los políticos y líderes religiosos continúan vomitando está cayendo en oídos sordos. Una mayoría de cada denominación religiosa en Estados Unidos apoya el aumento leyes contra la discriminación de las personas LGBT: el 71% de los católicos y el 60% de los evangélicos. Increíblemente, las leyes de "protección" religiosas que los republicanos están introduciendo por en todo el país, leyes que permitirían a las empresas negar un servicio a las personas homosexuales por motivos religiosos, son rechazadas por la gran mayoría de aquellos cuyos intereses dicen estar defendiendo (63% de los protestantes y 64% de los católicos). En general, los evangélicos son quienes promueven estos proyectos de ley , pero incluso entre ellos incluso, sólo el 51% de sus congregantes las apoyan. Así que tal vez los fieles comprendan el espíritu de Cristo más que sus llamados líderes.
A principios de este verano, los demócratas introdujeron la Ley de Igualdad, una ley federal que extendería la Ley de Derechos Civiles de 1964 para incluir plenamente a las personas LGBT. Los conservadores, sin duda, tratarán de utilizar la religión como excusa para evitarlo. Pero nosotros, los que creemos que la religión y las y los LGBT ppdemos ir mano con mano, que la fusión de ambas comunidades sólo fortalecerá nuestra sociedad, somos la mayoría. Sólo tenemos que hablar y dejar que nuestro amor termine con el malentendido, el alarmismo, la angurría de votos, y el odio.
Las organizaciones religiosas legítimas en nuestro país no se verán obligadas a cambiar su postura sobre las personas LGBT, ni deberían. Pero por nuestro bien, espero que estas instituciones comenzarán a escuchar, amar, y abrir sus puertas a mis hermanos y hermanas que buscan el consuelo y sentido de comunidad que la religión nos da.
No hay comentarios:
Publicar un comentario