Traducido de TETU
Traduccion y Edición Jorge Chavez Reyes
19 de mayo de 2012
Para conmemorar el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia invitó a un grupo de personas LGBT procedentes del Magreb ( Tunez y Argelia) Para ellos, la así llamada "primavera árabe" no ha cambiado nada.
Entre la represión y la discriminación, los homosexuales de los países árabes de Africa del Norte siguen siendo los olvidados de la revolución que acabó con regimenes dictatoriales de larga data.
Radicalización de la homofobia.
"Justo después de la revolución, la sociedad se volviómás permisiva y tolerante, pero la situación cambió otra vez rápidamente", dice Khouloud, un estudiante de 26 años,procedente de Túnez. "Nuestro Ministro de Derechos Humanos, por ejemplo, declaró que la homosexualidad no es un derecho humano y merecen tratamiento médico."
En Túnez y Argelia, la homosexualidad se castiga con seis meses a tres años de prisión. Durante el cambio de régimen o bajo los frágiles gobiernos actuales, la represión y la homofobia se radicalizaron. "Desde hace algún tiempo, el parecer homo se volvió peligroso y los chicos afeminados son arrestados", confirma Ihcène, un activista de Argel. En los artículos de prensa se incita al odio, y juntar la homosexualidad con la prostituciCn y la pedofilia es cada vez mCs común. Para muchas personas en el Magreb, por ser homofóbico es casi natural. "En estos momentos en Túnez, donde el gobierno parece no encontrar el rumbo, han aparecido milicias que quieren poner las cosas en "orden", dice Khouloud.
Ingratitud
Para estos activistas, el peor enemigo es el el aislamiento y, entre sus antiguos camaradas de la revolución, sus reclamos no hayan eco. "Durante la revolución, la comunidad LGBT participó en las manifestaciones. Durante la lucha en la calle, no hubo discriminación entre hombres, mujeres y homosexuales", recuerda Khouloud. "Los homosexuales también nos rebelamos, también fuimos detenidos y golpeados. Pero nadie se preocupa por nuestra situación. Esta ingratitud es insoportable ".
Allí, los derechos de los homosexuales son derechos que nadie quiere defender. Nunca los mencionan las asociaciones o los partidos de izquierda. Incluso Amnistía Internacional reconoce que es difícil movilizar a sus miembros en torno a temas LGBT.
Convencer a los jefes de Estado
Sin apoyo, la mayoría de los activistas tuvieron que formar sus propias asociaciones. Su existencia es más o menos oficial, sus objetivos más o menos reconocidos. Poco a poco, se ganaron el apoyo de muchas asociaciones internacionales y se han dado a conocer a sus compañeros emigrados en Europa.
Ahora, ellos esperan ayuda de parte de los estados occidentales .
Francois Zimeray, Embajador de Francia para los Derechos Humanos e impulsor de esta reunión, dice que, para Francia "su causa no se ha olvidado", y que "todo el mundo debería poder ser lo que es, alli donde vive. "
Entre las nuevas orientaciones previstas por el nuevo gobierno de Francia para apoyar los derechos de los homosexuales se ha asignado a la red de centros culturales franceses en el Magreb y otros países arabes la tarea de concientizar en materia de discriminación,.También, se buscará al interior de la Organización Internacional de la Francofonía convencer a los jefes de Estado de que reconozcan y abandonen las políticas homofóbicas. Pero el embajador Zimeray advierte desde el principio que falta mucho trabajo por hacer para ganar el juego.
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