Que Internet ha revolucionado la búsqueda de empleo es algo que nadie duda a estas alturas. La red de redes ha pasado a formar parte imprescindible de nuestras vidas y se ha convertido en un auténtico modo de vida para millones de personas.
Acciones tan cotidianas como hablar con los nuestros, hacer la compra o reservar un viaje hoy se hacen a través del computador, convertido en una ventana al mundo en la que podemos encontrar cualquier cosa que necesitemos, incluso un trabajo.
Atrás quedaron el ir puerta a puerta con el currículum en mano y las interminables llamadas a las ofertas de empleo de los avisos en el periódico. Internet ha revolucionado la búsqueda de trabajo con los portales de empleo en los que cualquier empresa o persona puede publicar avisos gratis y ser contactado por personas de todo el mundo.
Sin embargo, con el crecimiento cada vez mayor de las redes sociales en los últimos años, las búsquedas de empleos en Internet han dado un paso más allá, ofreciéndonos la posibilidad de interactuar con empresas y profesionales de una forma mucho más directa y rápida que a través del currículum tradicional.
Un currículum que aunque aún se resiste a morir y se adapta a los nuevos formatos, tiene cada vez menos valor a las empresas, y no es raro que hoy día los encargados de recursos humanos presten más atención a lo que nuestros perfiles de LinkedIn, Facebook o Twitter dicen de nosotros que a los datos reflejados en el siempre frío currículum.
Esto es un arma de doble filo, ya que si bien nuestra actividad en las redes sociales nos permite demostrar aspectos o cualidades que no caben en un currículum de un par de folios, sí podemos tirar todo por la borda si no prestamos atención a lo que ya se conoce como reputación online.
Seguir unos simples consejos te pueden ayudar a gestionar fácilmente tu reputación online y destacar en la próxima selección de empleo:
- Separa vida personal y vida virtual: aunque las redes sociales son una de las principales formas de contacto con familia y amigos, no podemos controlar lo que los demás hacen o dicen y que podría perjudicar nuestra imagen. Tener diferentes perfiles para el trabajo y para los amigos o configurar la privacidad alta de nuestro perfil en Facebook es básico para tener nuestra reputación bajo control.
- Controla las contradicciones: es habitual exagerar en el currículum, sin embargo se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, por lo que es muy importante asegurarse de que la información que colgamos en nuestros diferentes perfiles en las redes sociales concuerda.
- Búscate en Google: lo que muchos han hecho alguna vez por diversión es en realidad el primer paso para controlar y gestionar nuestra reputación online, las empresas teclean a menudo en Google el nombre de sus candidatos, saber qué es lo que leen de nosotros nos tendrá preparados para cualquier pregunta inesperada en una entrevista de trabajo.
Acciones tan cotidianas como hablar con los nuestros, hacer la compra o reservar un viaje hoy se hacen a través del computador, convertido en una ventana al mundo en la que podemos encontrar cualquier cosa que necesitemos, incluso un trabajo.
Atrás quedaron el ir puerta a puerta con el currículum en mano y las interminables llamadas a las ofertas de empleo de los avisos en el periódico. Internet ha revolucionado la búsqueda de trabajo con los portales de empleo en los que cualquier empresa o persona puede publicar avisos gratis y ser contactado por personas de todo el mundo.
Sin embargo, con el crecimiento cada vez mayor de las redes sociales en los últimos años, las búsquedas de empleos en Internet han dado un paso más allá, ofreciéndonos la posibilidad de interactuar con empresas y profesionales de una forma mucho más directa y rápida que a través del currículum tradicional.
Un currículum que aunque aún se resiste a morir y se adapta a los nuevos formatos, tiene cada vez menos valor a las empresas, y no es raro que hoy día los encargados de recursos humanos presten más atención a lo que nuestros perfiles de LinkedIn, Facebook o Twitter dicen de nosotros que a los datos reflejados en el siempre frío currículum.
Esto es un arma de doble filo, ya que si bien nuestra actividad en las redes sociales nos permite demostrar aspectos o cualidades que no caben en un currículum de un par de folios, sí podemos tirar todo por la borda si no prestamos atención a lo que ya se conoce como reputación online.
Seguir unos simples consejos te pueden ayudar a gestionar fácilmente tu reputación online y destacar en la próxima selección de empleo:
- Separa vida personal y vida virtual: aunque las redes sociales son una de las principales formas de contacto con familia y amigos, no podemos controlar lo que los demás hacen o dicen y que podría perjudicar nuestra imagen. Tener diferentes perfiles para el trabajo y para los amigos o configurar la privacidad alta de nuestro perfil en Facebook es básico para tener nuestra reputación bajo control.
- Controla las contradicciones: es habitual exagerar en el currículum, sin embargo se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, por lo que es muy importante asegurarse de que la información que colgamos en nuestros diferentes perfiles en las redes sociales concuerda.
- Búscate en Google: lo que muchos han hecho alguna vez por diversión es en realidad el primer paso para controlar y gestionar nuestra reputación online, las empresas teclean a menudo en Google el nombre de sus candidatos, saber qué es lo que leen de nosotros nos tendrá preparados para cualquier pregunta inesperada en una entrevista de trabajo.
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