miércoles, 16 de abril de 2014

Matrimonios de personas del mismo sexo: Una receta para una mejor salud (NEJM)

pot Gilbert Gonzales, M.H.A.
Traduccio: Jorge Alberto Chávez Reyes


El 2013 en Estados Unidos fue un año importante para las lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros (LGBT). A comienzo de año, se les permitió a las parejas del mismo sexo casarse solo en 10 estados, y aunque se casaron legalmente, el Gobierno Federal no reconocía sus relaciones, como debería suceder según el acta de Defensa del Matrimonio (DOMA, por sus siglas en inglés).

Ya en Febrero de 2014, las parejas del mismo sexo podían casarse legalmente en 17 estados (en los EEUU), y sus uniones son reconocidas federalmente gracias a un conjunto de decisiones judiciales y leyes  aprobadas por legislaturas estatales.

Sin embargo, aproximadamente 60% de la población de los EE.UU. y muchos LGBT viven en los 33 estados que aun niegan el derecho a casarse a las parejas del mismo sexo.

A pesar que este tema se mantiene atascado en Washington, la opinión pública ha comenzado a apoyar en mayor medida el matrimonio entre personas del mismo sexo, llevando a que en 2014 se reconsidere este derecho en más estados.

Este cambio de actitud refleja que un creciente número de estadounidenses ahora tiene un amigo cercano o algún miembro de su familia que se identifica como LGBT. A pesar que los puntos centrales del discurso sobre el matrimonio están vinculados con temas morales, existen también temas relacionados con la salud, ya que se ha demostrado que la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo puede mejorar la condición sanitaria y el acceso a servicios de salud de las personas LGBT.

Un reporte realizado por el Instituto de Medicina de Estados Unidos sobre la salud de la comunidad LGBT en 2011, identificó disparidades substanciales en salud para las minorías sexuales y de género.

Se reportó que muchas personas LGBT de todas las edades estaban en una peor condición sanitaria, tanto física como mental,  respecto de la población no perteneciente a esta comunidad, situación causada generalmente por el estrés que genera ser miembro de una minoría estigmatizada

Las personas LGBT que viven en estados que prohíben el matrimonio del mismo sexo son más propensas que sus contrapartes que viven en otros estados a reportar síntomas de depresión, ansiedad y desórdenes en el consumo del alcohol. Por su parte, datos provenientes de Massachusetts y California demostraron que las personas involucradas en matrimonios del mismo sexo presentaban menor cantidad de visitas médicas relacionadas con salud mental.

Por supuesto, la legalización de matrimonios del mismo sexo también mejora el acceso a los seguros de salud para las personas LGBT. La salud de cerca del 55% de los estadounidenses esta cubierta por sus propios medios o a través del seguro laboral de salud de algún miembro de su familia, pero muchos empleadores no extienden la cobertura del seguro a parejas del mismo sexo o a hijos de parejas del mismo sexo.

Incluso entre las compañías con más de 200 empleados, sólo el 42% de ellas ofrece beneficios de salud para las parejas del mismo sexo, según el sondeo "Beneficios de Salud del Empleado" de 2012, dirigido por la "Fundación Kaiser Family" y el "Health Research and Educational Trust". Debido a esto, los adultos en relaciones del mismo sexo se ven obligados muchas veces a aplazar o abstenerse de recibir cuidados médicos necesarios.

Por otro lado, los matrimonios del mismo sexo también permitirían que más de 220,000 niños que están siendo criados por padres del mismo sexo en Estados Unidos puedan acceder a seguros de salud. Los empleadores que ofrecen seguro de salud a los hijos a cargo de parejas del mismo sexo a menudo requieren que los menores tengan relación con uno de los padres proveniente del matrimonio legal, o de la adopción legal , por lo que los niños con padres LGBT tiene menor  proteccion  en estados que niegan el matrimonio legal y la adopcion a parejas del mismo sexo. Como resultado, los niños con padres del mismo sexo tienen menos probabilidades que los niños con padres de distinto sexo casados de tener un seguro de salud privado. Estas disparidades disminuyen cuando las familias LGBT viven en estados con leyes que promueven la igualdad matrimonial y las adopciones para padres del mismo sexo.

Al igual que otras poblaciones vulnerables con limitado acceso a seguros de salud asequible , las familias LGBT pueden encontrar algunas buenas noticias en la Ley de Asistencia Asequible (ACA). Los subsidios otorgados a través de los nuevos mercados de seguro ayudarán a que  las familias LGBT obtengan cobertura, por lo que los hogares más personas del mismo sexo con ingresos familiares entre el 138 y el 400 % del nivel federal de pobreza, ahora tendrán mejores opciones para la compra de un seguro de salud privado. La ACA también prohíbe que las compañías de seguros de salud nieguen cobertura debido a la orientación sexual, la identidad transgénero, o las condiciones preexistentes, como la infección con VIH. Sin embargo, la ley no requiere que los empleadores ofrezcan igual cobertura a las parejas del mismo sexo y sus hijos en los estados donde el matrimonio entre personas del mismo sexo no son legales. Tampoco exige que los estados ofrezacn cobertura de salud a las familias que ganan menos del 138 % del nivel federal de pobreza, por lo que las y los 
LGBT estadounidenses de bajos ingresos que viven en estados que no están expandiendo sus programas de Medicaid continuarán teniendo un acceso limitado a los seguros de salud.

La decisión en 2013 del Tribunal Supremo en el caso Estados Unidos vs. Windsor hace que sea más fácil para los trabajadores LGBT y sus parejas se inscriban en los planes de seguro patrocinados por el empleador. Antes de Windsor, la sección 3 de la DOMA definía el matrimonio, para fines federales, como la unión entre un hombre y una mujer. Por lo tanto, las parejas del mismo sexo estaban en desventaja bajo las leyes federales, particularmente a través de la política fiscal. Por ejemplo, el Servicio de Rentas Internas (IRS) no gravaban las aportaciones del empleador a los beneficios de salud de un cónyuge del sexo opuesto, pero en virtud de la sección 3 de la DOMA , los beneficios para la salud de la pareja del mismo sexo se gravaban como si la cuota empresarial fuera parte de la base imponible. De acuerdo con estimaciones del Instituto Williams, un centro de investigación centrado  en las políticas públicas LGBT, los empleados LGBT pagan, en promedio, $1.069 en impuestos
federales sobre  rentas adicionales cuando agregaron a su cónyuge del mismo sexo a los planes de seguros patrocinados por el empleador. Al escribir la opinión de la corte que dictaminó la inconstitucionalidad de la Sección 3, el juez Anthony Kennedy estableció que la DOMA " eleva el costo de la atención de salud para las familias al gravar los beneficios de salud proporcionados por los empleadores a los cónyuges del mismo sexo de sus trabajadores."

En agosto de 2013, el IRS anunció que va a tratar a las parejas del mismo sexo legalmente casadas del mismo modo en que trata a parejas casadas de distinto sexo. Aunque las parejas del mismo sexo pueden vivir en cualquier estado, deben tener una licencia de matrimonio - no una unión civil o pareja de hecho - de un estado donde el matrimonio entre personas del mismo sexo es legal. Este cambio de política permite a los trabajadores LGBT agregar a su cónyuge del mismo sexo y a los hijos de su cónyuge a los planes de seguros patrocinados por el empleador sin penalidades impositivas - pero sólo si están casados ​​legalmente.


El matrimonio entre personas del mismo sexo, por lo tanto, sigue siendo un
importante tema de política de salud  y relevante para el objetivo de política pública de ampliar el acceso a los servicios de salud a través de planes de salud patrocinados por el empleador. Dada la división partidista en Washington, los estados individuales están en mejor posición para avanzar en la protección de las familias LGBT en 2014. Aunque la opinión pública está evolucionando rápidamente hacia un amplio apoyo hacia el matrimonio entre personas del mismo sexo, no en todos los estados hay probabilidades de que se adopte el matrimonio del mismo sexo en un futuro inmediato. Hasta que lo hagan, los Estados podrían tomar medidas para adoptar una legislación que proteja a las personas LGBT de la discriminación en materia de vivienda, empleo y atención de la salud.


Lograr el matrimonio igualitario puede requerir un enfoque de dos pasos en los estados más conservadores - comenzando con las uniones civiles, que incluyen los derechos conyugales y la protección para las parejas LGBT, y más tarde la transición al matrimonio entre personas del mismo sexo. Alternativamente, los Fiscales Generales estatales pueden negarse a defender la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo cuando son desafiadss en los tribunales federales. Pero, independientemente de la vía elegida, creo que los beneficios para la salud asociados con el matrimonio entre personas del mismo sexo deben ser considerados en los debates en curso que ocurren en las cámaras legislativas , elecciones  y en los tribunales federales y estatales.

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