A estas alturas del siglo XXI, es común escuchar que VIH ha dejado de ser una condena a muerte para convertirse, en la mayoría de casos, en una enfermedad crónica gracias a la terapia antiretriviral desarrollada en los últimos años. Es por eso que, en muchos países, donde los antiretrovirales han estado disponibles por más de una década y media , hay muchas personas que llevan 20 o más años viviendo con VIH.
Lo que no se escucha tanto decir es que, pese a los grandes avances logrados, las personas que viven con VIH siguen sufriendo los estragos de la enfermedad; siendo los más comunes, el envejecimiento prematuro y las pérdidas de memoria.
Se desconoce aún si es la enfermedad o la medicación lo que provoca los problemas de salud que tienen los seropositivos, pero lo cierto es que, para quienes viven con VIH, poco importa, ya que que sin la medicación estarían muertos.
Un estudio presentado el pasado mes de Febrero en una conferencia en Montreal mostró que personas seropositivas que toman antiretrovirales , aunque aparentemente saludables , tenían a los 56 años un sistema inmunológico comparable con el de personas seronegativas de una edad promedio de 88 años. Quizás por eso, muchas enfermedades como desordenes hepáticos, renales y arteriales, que típicamente padecen las personas ancianas, atacan de manera desproporciobada a seropositivos de mediana edad
Otro estudio demostró que las personas VIH positivas de 55 años muestran todos los signos típicamente asociados a la ancianidad: pérdida de masa muscular, fatiga y desordenes reumatológicos.
Y las informaciones más recientes muestran que los hombres seropositivos de mediana edad (40 - 50 años) tratados con antiretrovirales, tienen una tasa inusualmente alta de pérdida osea y fracturas porque 60 % de ellos padecen osteoporosis, enfermedad que los hombres suelen padecer sólo pasados los 80 años.Además, una de las enfermedades más comunes que sufren los seropositivos es la senilidad temprana, cuya manifestación más invalidante y común es la discapacidad cognitiva: pérdidas frecuentes de memoria a corto plazo.
Esto se suma a que los enfermos del VIH tienen mayor incidencia de resistencia a la insulina, desajustes del colesterol, melanomas, cáncer de riñón e incluso tienen siete veces más posibilidades de contraer cánceres no relacionados directamente con el VIH.
Entonces, si bien es cierto que el VIH ya no mata con la agresividad que lo hacía antes, la vida siendo seropositivo tampoco es fácil y está llena de problemas de salud que hacen que en promedio vivan unos 20 años menos que el resto de la población.
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